Sólo seis personas se han integrado en el club de compra del Guggenheim

Sólo seis personas, de las más de las 16.000 que componen el colectivo de Amigos del Guggeneheim, se han integrado en el club de compra que el museo puso en marcha con ocho galerías de arte contemporaneo de Bilbao el pasado año para facilitar su acceso al coleccionismo. El club de compra, una de las iniciativas de conmemoración del décimo aniversario del Guggenheim, pretende acercar a los aficionados al arte contemporáneo a las galerías, facilitar a los coleccionistas noveles el contacto directo con los artistas y despertar su interés por poseer obras contemporáneas.

Ocho galerías integran la asociación Bilbao Contemporáneo

A pesar de la escasa respuesta, el Guggenheim cree que, 10 meses después de su puesta en marcha, el balance es positivo. "¿Qué proporción de coleccionistas hay en la calle?", se pregunta el director de Desarrollo del Guggenheim, Xabier Pérez-Gaubeka. "Es una carrera a largo plazo. [la iniciativa] Ha servido para crear un vínculo estable con las galerías y para perder el miedo a hablar de coleccionismo en un nivel básico".

El Guggenheim quiere ahora impulsar el proyecto facilitando la formación de los miembros del colectivo de Amigos con charlas, cursillos y foros de debate sobre coleccionismo en sus distintas disciplinas, y con viajes a ferias de arte. Las visitas concertadas a galerías y talleres de artistas no tuvieron acogida en 2007, pero volverán a programarse con plazos de tiempo más largos. "No se trata sólo de comprar, sino de asesorar y formar a los potenciales compradores", añade Pérez-Gaubeka. "Los comentarios boca a boca son nuestro mejor instrumento de difusión".

Las ocho galerías implicadas en el proyecto de fomento del coleccionismo (Aritza, Carreras Mugica, Ederti, Espacio Marzana, Juan Manuel Lumbreras, Vanguardia, Windsor Kulturgintza y Xanon) formaron la asociaciación Bilbao Contemporáneo para coordinar su participación. Los interesados en entrar en el club de compra deben abrir una cuenta especial en la BBK, retribuida con un interés del 2% TAE, en la que se comprometen a ingresar una cuota fija, de 100 ó 200 euros mensuales.

Las cantidades acumuladas permiten acceder a precios ventajosos a una serie de obras que las galerías seleccionan entre los artistas que representan. Hasta ahora sólo se ha adquirido a través del club de compra una obra de Alfredo Alcain por medio de la galería Ederti.

El colectivo de amigos del museo no ha dejado de crecer desde su creación en 1997. En sus primeros nueve años de vida consiguió triplicar el número de miembros con que contaba en el momento de su inauración. Su fidelidad es altísima: un 86% de los amigos renueva cada año su vinculación y por término medio valoran con un ocho sobre 10 los servicios que el Guggenheim les ofrece.

Aunque la naturaleza y los servicios que ofrece cada museo son diferentes, el Guggenheim cuenta con el colectivo de este tipo más numeroso en España y dobla, por ejemplo, a los menos de 8.000 que integran el del Museo del Prado. El volumen de los amigos queda, sin embargo, a mucha distancia de las cifras en las que se mueven el Museo del Louvre (80.000 personas) o la Tate (76.000).