Candidata al Goya

En Cuba se llama edad de la peseta al periodo en el que los críos comienzan a dejar atrás la infancia para, previo paso por la pubertad, alcanzar finalmente la adolescencia; a ese tiempo en el que los cambios físicos y psicológicos alteran de tal modo la personalidad que las dudas suelen salir victoriosas frente a las certezas. El protagonista de La edad de la peseta, coproducción entre Cuba y España ambientada en la isla caribeña, parece cargado de razones para la duda, la introspección y el devaneo, pero las razonables señas de identidad iniciales no van acompañadas de un desarrollo que haga partícipe al espectador de las penurias mentales del muchacho.

Primer largometraje en solitario del habanero Pavel Giroud, formado en la escuela cinematográfica de San Antonio de los Baños, La edad de la peseta nunca encuentra el tono adecuado para la representación de su historia, ambientada en el verano de 1958, cuando la revolución castrista ya se ha iniciado pero aún no ha llegado a la capital.

Mientras la planificación parece la de una moderna comedia negra, el ritmo, tanto de de los diálogos como el del montaje, resulta demasiado cansino como para que esos recursos de comedia negra resulten eficaces. La historia se enmarca en un momento político muy determinado, pero hasta el último cuarto de hora, en el que aparecen imágenes documentales evidentemente ensalzadoras del movimiento, éste apenas tiene incidencia en los pensamientos y comportamientos de los personajes. Y, por último, los momentos dramáticos llegan tan a contrapelo, cogen tan desprevenido al público, que apenas afectan. De modo que quizá haya que quedarse con el tratamiento fotográfico, de colores muy marcados, ideal para representar una época del pasado que se recuerda como un delirante sueño más que como una realidad vivida.

Candidata al Goya a la mejor película de habla hispana (en representación de Cuba), después de haber pasado dos cribas para el galardón (una de una comisión especial creada por la Academia y otra con los votos de la totalidad de los miembros, tras el visionado en DVD de las nueve finalistas), La edad de la peseta no parece con demasiadas posibilidades de premio frente a la argentina XXY, de Lucía Puenzo, galardonada en Cannes.