Escaparate navideño

El giga de memoria está más barato que el kilo de merluza. Será por eso que comprar tecnología, por Internet o no, es un regalo habitual de estas navidades. De abuelos a bebés, se está perdiendo el miedo a la máquina, a la tecnología, al tiempo que ésta es cada vez más sencilla, barata y útil. Mientras los alimentos suben los aparatos bajan, y por el precio de una corbata o unos calcetines, el abuelo tiene un móvil fácil y el papá un GPS para que no se pierda a la vuelta de la esquina, y a la mamá, por un kilo de percebes, le regalamos un MP3 de colores que lucirá como una joya. Así que no es de extrañar que el comercio electrónico haya aumentado el 58% en el primer trimestre de 2007, según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

Según la AECEM y el observatorio Red.es, el comercio electrónico movió en nuestro país el pasado año 2.778 millones de euros, el 30% más que en 2005. Pero la pujanza del comercio electrónico no se mide sólo por el aumento del negocio, también por que la gente no desconfíe de los medios de pago (sólo el 23%), y por que la mayor parte de las compras sean en tiendas en España, y no extranjeros. Finalmente, el consumidor ya utiliza Internet para comprar de todo, no sólo tecnología. Es cierto que lo que más se compra son billetes de viaje y hoteles (España es el cuarto país europeo), pero según el muestreo realizado en este mismo noviembre, los internautas han comprado, por este orden, ordenadores portátiles, zapatillas deportivas, ropa femenina, GPS, MP3, consolas, libros, perfumes, accesorios femeninos y música. Quizá porque es más fácil comparar precios y ver que por un kilo de angulas te digitalizas el apartamento.