La dificultad para elegir terrenos retrasa el plan de depuradoras

El objetivo de la Xunta de aprobar este mismo año las 20 estaciones depuradoras de aguas residuales imprescindibles para completar el saneamiento de las rías y cumplir la directiva comunitaria que desde 2005 exige tratar los vertidos de las zonas más pobladas ya es inalcanzable a pesar de que el ritmo de adjudicación y licitación ha sido constante durante todo el año. Al menos siete proyectos siguen pendientes y la mayoría de ellos no conseguirán superar todos los trámites legales antes del 31 de diciembre.

La Consellería de Medio Ambiente asegura que el retraso es consecuencia de la tardanza de los ayuntamientos a la hora de poner a disposición de Augas de Galicia los terrenos necesarios para construir las depuradoras. Y aunque admite la demora, el departamento que dirige Manuel Vázquez "valora el esfuerzo de la mayoría de los municipios". "No es fácil", aseguran fuentes de la Xunta, ubicar una instalación de estas características, como está poniendo de manifiesto el caso de Ribeira.

Este municipio se ha convertido en el punto negro del plan. La Consellería atribuye enteramente al ayuntamiento, el más importante de los gobernados por el Partido Popular, la responsabilidad de que la solución a sus vertidos siga sin tener un horizonte claro. El ayuntamiento continúa sin proponer una ubicación para la depuradora después de echarse atrás en su propuesta inicial de construir la instalación en terrenos próximos a Punta Couso, una localización que satisface a la empresa pública Augas de Galicia pero que cuenta con la oposición de asociaciones vecinales.