"Ha sido un partido loco"

Los partidos del Atlético en el Calderón son tan intensos que hasta a su técnico, Javier Aguirre, le rebasan. La tibia sonrisa del entrenador mexicano después de vencer al Valladolid era el reflejo de la felicidad por el triunfo. Pero su cara también mostraba signos de desconcierto. Como si sus jugadores hubieran superado toda la capacidad de previsión de la que Aguirre es capaz.

No es de extrañar. En los tres últimos encuentros que ha vivido la afición del Manzanares no ha habido uno sólo con menos de siete goles. Una tómbola que comenzó frente al Sevilla (4-3). Después, ante el Villarreal (3-4). Y ayer, ante el Valladolid, un choque en el que acabó jugando Raúl García de central y Jurado de lateral derecho. Demasiado ajetreo para Aguirre.

"Ha sido un partido loco. Loco", repetía el mexicano, terminado el encuentro, mientras se pasaba la mano por la frente. "Esta vez nos ha sonreído la fortuna en esta ruleta. Pero hay que ajustar algunas cosas, porque vamos a tener que hacernos un electrocardiograma como sigamos así", reconocía; "ha habido tantas circustancias adversas que el panorama no podía ser más oscuro", admitía, en referencia a la expulsión de Valera, con 3-3. "Hasta yo me he sorprendido de poner a Raúl García de central, pero es que la situación era extrema".

Pero Aguirre quiso destacar que el plantel que dirige se encuentra a gusto en este tipo de partidos, aunque en la defensa siga reinando el desorden. "Este equipo está diseñado para tener un talante ofensivo. No fichamos a nadie atrás. Fui criticado el año pasado por ser conservador y en éste el equipo es muy alegre, aunque debemos ajustar esa alegría", concluyó.