Mendilibar, penúltimo y renovado

Es penúltimo en la clasificación con cinco puntos de 24 posibles, lleva cuatro derrotas consecutivas, lleva 9 goles a favor y 17 en contra... El Valladolid fue una sorpresa al principio de la temporada por el baile que le dio al Madrid (1-1) y por la victoria en Montjuïc (0-1). Ahora lo es por todo lo contrario, por las goleadas ante el Murcia (1-4) o el Mallorca (4-2). No importa. José Luis Mendilibar renovó ayer su contrato hasta junio de 2009 como técnico del cuadro pucelano.

No fue, aseguran los protagonistas, uno de esos gestos tan habituales en el fútbol y tan vacios de contenido. "El año pasado planificamos un proyecto a tres temporadas con Mendilibar en el banquillo y, por vernos en una situación que yo creo totalmente circunstancial, no vamos a modificarlo", justificó su decisión Carlos Suárez. "Y no vamos a hacerlo porque tenemos una relación muy clara, porque él tiene una relación muy especial con los jugadores, y es una relación de verdad, no fingida", recalcó el presidente del Valladolid. A los pocos minutos de cerrarse el acuerdo, la primera llamada de felicitación y agradecimiento al mandatario llegó de uno de los capitanes, Alberto Marcos. "Eso te da idea", continúa Suárez, "de cómo es esa relación , de que no es algo fingido".

La relación entre Carlos Suárez y Mendilibar es muy especial. El presidente está convencido de haber encontrado al entrenador idóneo y no quiere cambiarlo por nada del mundo. "Si nos vamos a Segunda, nos vamos a ir con Mendilibar" sentenció Suárez, que estuvo a punto de ficharle cuatro años atrás cuando el técnico entrenaba en Segunda B al Lanzarote. El flechazo terminó por surgir una mañana de domingo, cuando el Eibar apareció en Zorrilla y se llevó el partido con Silva, Llorente y Gavilán. "Lo que me convenció entonces fue lo que dijo del rival, que era el Valladolid. No le importaba nada el otro equipo, sólo el suyo. Eso, para un equipo con 18 millones de euros de presupuesto [el más bajo de Primera] es fundamental, el tener una idea fija de fútbol en la cabeza y no estar pendiente de si el que viene es grande o pequeño". Carlos Suárez tuvo que renunciar a su contratación cuando Fernando Lamikiz, entonces presidente del Athletic, le aseguró que tenía un acuerdo cerrado con Mendilibar. Pero no le olvidó, y en cuanto pudo le fichó.

El camino glorioso en el año del ascenso se ha tornado en una colección de baches y bofetadas. El arranque de la temporada disparó las expectativas, pero el comportamiento giró en redondo en Mallorca. Desde entonces, el Valladolid no levanta cabeza. Sin embargo, la renovación se ha cerrado, y sólo por una temporada más porque Mendilibar no ha querido hipotecar al club. "Si alguien me asegura que metiendo diez tíos atrás no me marcan gol, lo hago. Pero prefiero perder con nuestras ideas".