Una obra compleja y cara

La Estació Central, obra del arquitecto César Portela, "ha tenido una trayectoria no muy grata", recordó ayer Martínez. Un primer boceto de 2004 decayó porque la infraestructura estaba diseñada para conectar con un túnel de salida hacia el norte bajo el centro histórico. Este eje pasante se desechó por su probable afección al casco antiguo. Otras soluciones no casaron con los planes viarios del Ayuntamiento en el entorno del futuro jardín del Parque Central. El proyecto de Portela quedó finalmente paralizado por la polémica en torno al edificio comercial.

La Estació del Nord es una pieza importante en la operación del Parque Central, que implica una vasta intervención sobre 1,36 millones de metros cuadrados y la remodelación completa de la red arterial ferroviaria de la ciudad. Con el soterramiento de las vías y la construcción de la nueva Estació Central, nacerá un gran parque con cuatro torres en sus esquinas -así lo ha aprobado el Ayuntamiento- y otras áreas residenciales. El diseño del espacio liberado de los raíles se decidirá en un concurso de arquitectos y urbanistas.

Martínez recordó la "complejidad" de la obra ferroviaria, que prevé bajo la estación pisos diferentes para el AVE y para los trenes de cercanías. La inversión global se cifró en 810 millones de euros en 2002, pero como advirtió ayer el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, el coste "irá hacia arriba".