El 'bicing' trabaja a marchas forzadas para adaptarse a la nueva ordenanza

El bicing se enfrenta a un examen muy serio el próximo 15 de septiembre, cuando entre en vigor la nueva ordenanza de circulación de bicicletas. El mal estado de conservación de muchas bicicletas y los actos vandálicos a las que son sometidas sistemáticamente las hacen incompatibles con la normativa, lo que puede traducirse en una lluvia de multas. No llevar luces o timbre será sancionado con 30 euros.

La creciente afición de los ciudadanos por robar el timbre de las bicicletas podría originar alguna situación embarazosa a partir del 15 de septiembre. La nueva normativa establece la obligatoriedad de llevar un timbre incorporado a la bicicleta. "Sustituiremos todos los timbres por otros que sean menos vandalizables. Claro que el que lo quiera robar, lo robará igualmente", admitió ayer un portavoz de Barcelona de Servicios Municipales (BSM), la empresa que gestiona el servicio y a la que se le puede venir encima un alud de multas.

El otro punto de conflicto con la normativa está en el sistema de iluminación de las bicicletas. En teoría, las luces deberían encenderse automáticamente al caer la noche, pero en muchos vehículos esto no es así. Además, la ordenanza prescribe que las luces delanteras deben ser de color blanco, pero las bicicletas municipales despiden una tonalidad amarillenta. "Estamos trabajando en ello y ahora mismo el 80% de las bicicletas tienen luz blanca. Antes del día 15 todas tendrán ese color", aseguró el portavoz de BSM. "El problema de las luces traseras también lo resolveremos. Cambiaremos las baterías periódicamente y garantizaremos que funcionarán siempre", añadió.

En ningún caso el usuario de este servicio público tendrá que abonar multas si éstas se producen como consecuencia del mal estado de las bicicletas. "El responsable siempre será de la empresa", señaló un portavoz de la Guardia Urbana. "De todos modos, aconsejo al ciudadano que compruebe el estado de la bicicleta antes de cogerla y no circule con alguna que no tenga el timbre, las luces o los elementos reflectantes en regla, aunque sea por su seguridad", añadió.

Circular por aceras o paseos como La Rambla en momentos de aglomeración de personas, estacionar la bicicleta en lugares no autorizados como farolas, árboles o semáforos, y circular por la acera cuando haya la posibilidad de hacerlo por un carril bici, son las infracciones que se añaden con la nueva ordenanza y serán sancionadas con 30 euros de multa.

Menos demanda

La locura que generó el bicing en sus inicios se ha enfriado. Si antes del verano los responsables del servicio recibían más de 1.000 peticiones diarias, hoy las solicitudes no pasan de un centenar. El número de usuarios es de 86.000, que disponen de un parque de 1.500 bicicletas, aunque está previsto llegar a las 3.000 antes de fin de año. Además, el servicio contará con más furgonetas de mantenimiento y distribución.