Dos menores fallecen al intentar provocar un incendio en Granada

Dos menores han fallecido tras intentar provocar un incendio junto a otros tres jóvenes en un portal de una céntrica calle de Granada. Los adolescentes llegaron a la casa en la madrugada del domingo pertrechados con bolsas de gasolina, que ardieron mientras manipulaban unas cerillas. La Policía investiga el móvil del trágico suceso y apunta a una supuesta venganza. "Sólo querían dar un pequeño susto", apunta desolado un amigo de la pandilla.

"Para mí que Antonio los engañó a todos para venir. Y se armó. Estaban borrachos y les reventaron las bolsas en las manos", describe Jesús, un amigo de la pandilla. El fatal accidente afectó de lleno a los jóvenes, uno de los cuales, de nacionalidad china, falleció calcinado en el hueco de la escalera. Los bomberos rescataron un piso más arriba a otro chico con quemaduras muy graves que ayer le provocaron la muerte. El menor chino que portaba las bolsas de gasolina, de iniciales W. Y. L., tenía sólo 15 años. La segunda víctima mortal, de 17 años e iniciales A. E. F., falleció ayer en el hospital Virgen de las Nieves de Granada.

El joven de 19 años, L. F. M., permanece en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital granadino con quemaduras del 80% de su cuerpo, sin que pueda ser intervenido quirúrgicamente debido a la gravedad de las heridas. Otro joven de 16 años, P. A. G., está ingresado con riesgo grave moderado y quemaduras en el 25% del cuerpo. Los médicos se planteaban ayer su traslado ayer a la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Causas del incendio

La Policía investiga el móvil del suceso y baraja la posibilidad de una supuesta venganza. Un portavoz aseguró ayer que ningún vecino había presentado denuncias por casos de malos tratos, primera hipótesis barajada para que los chicos acudieran a prender fuego a la casa, motivados presuntamente por una posible venganza. El quinto joven herido, de 19 años, A. M. S., resultó herido con quemaduras en el 28% del cuerpo y está custodiado por la Policía Nacional como presunto autor del incendio. Este chico es hermano de una mujer que vive en el segundo piso del inmueble. "Antonio es un chico muy complicado que ya nos ha robado otras veces, a pesar de que intentamos darle trabajo. Los demás no los conocemos", relataba furioso un joven vecino del piso adonde supuestamente se dirigían los chicos.

El portal aún olía ayer a chamusquina y los restos daban pistas de la dantesca escena. Tras incendiarse las bolsas de gasolina, los menores intentaron huir pero las llamas se lo impidieron. Para evitar el humo provocado, rompieron los cristales de las ventanas con sus propias zapatillas. El rastro de sangre dejado con sus manos aún era ayer visible por las paredes. Al parecer, tres de los menores lograron finalmente salir del edificio por su propio pie, pero heridos con quemaduras de extrema gravedad.