El PSOE pide a la desesperada un Gobierno navarro de concentración

Los socialistas llevaron ayer a un callejón sin salida sus negociaciones poselectorales en Navarra. Tras un mes largo de conversaciones con Nafarroa Bai y tras el rechazo de la ejecutiva federal socialista a una fórmula de Gobierno de coalición con los nacionalistas, el PSN ha optado por una propuesta final insólita en la historia de Navarra: un "Ejecutivo de convivencia" donde estén todos los partidos con representación en las elecciones del 27-M. El rechazo unánime a tal fórmula abre la puerta a un Gobierno en minoría de UPN.

Los socialistas, tercera fuerza con 12 diputados, propusieron ayer que ese Gobierno de concentración tenga 13 carteras: cinco serían de UPN -la fuerza más votada, con 22 escaños-, tres para NaBai -segunda fuerza con 12-, otras tres para los socialistas, una para IU -dos escaños- y otra para Coalición de Demócratas Navarros (CDN). Horas antes, el líder del PSN, Fernando Puras, había propuesto un Ejecutivo con tres carteras para ellos y la presidencia, seis para independientes y sólo dos para NaBai.

Tras estos insólitos repartos, se cierra en falso un largo proceso de negociación entre NaBai y los socialistas que, a la vista de lo ocurrido, no parece que tuvieran como objetivo firme formar un Gobierno de coalición. El líder de los nacionalistas, Patxi Zabaleta, les acusó de "deslealtad". También el resto de partidos rechazó de plano la propuesta de Puras.

Ahora, las dos únicas opciones que se plantean son la convocatoria de nuevas elecciones, si ningún candidato obtiene el apoyo suficiente, o la formación de un Gobierno en minoría por parte de UPN, la marca electoral del PP, que podría formarse si los socialistas se abstuvieran en la votación de investidura. Fue ésta la opción manejada desde un principio por la dirección del PSOE.