El PSE reclama un hospital de 250 camas para la Margen Derecha y rechaza uno como el de Gernika

El PSE puso ayer cifras a su reivindicación de un nuevo hospital para la Margen Derecha. El centro debe contar, al menos, con 250 camas. Los socialistas disipan con esta exigencia cualquier duda acerca de cómo debe ser el futuro centro, apostando por el estilo más convencional y desechando el de alta resolución, al estilo del de Gernika, que no contempla ingresos, no tiene camas y sólo es para consultas de especialistas y operaciones ambulatorias que se resuelven en el mismo día. Esta es precisamente la opción que baraja el Departamento de Sanidad y por eso ha presupuestado un centro de este tipo en la comarca, dentro de su plan plurianual de inversiones en infraestructuras sanitarias. Recientemente, los socialistas transaccionaron en el Parlamento una iniciativa con el tripartito instando a Sanidad a levantar un hospital en la Margen Derecha, pero en esa propuesta no figuraba el número de camas, con lo que la especulación sobre el modelo final quedaba abierta.

La parlamentaria Isabel Celaá, secretaria de Políticas Sociales y Sectoriales del PSE, reclamó la construcción del nuevo hospital porque en la Margen Derecha residen 200.000 ciudadanos y sólo existe un hospital -Galdakao- en la actualidad. Celaá realizó esta petición en el marco de una crítica general a Osakidetza. Los socialistas exigieron también la contratación de 223 médicos de atención primaria, 35 más de los pactados entre Sanidad y el Sindicato Médico el pasado 21 de junio. "Los médicos del País Vasco tienen un promedio de más de 1.800 pacientes en su cupo, lo que supone la mayor carga de trabajo de toda España", señaló.

La responsable socialista afirmó que "la sanidad pública vasca ha abandonado la Atención Primaria como prioridad". Para Celaá, las nuevas necesidades sociales -envejecimiento de la población y llegada de inmigrantes- no se han visto acompañadas de un incremento de las partidas presupuestarias.

Y en medio de esa crítica a Osakidetza, el SATSE (sindicato de enfermería), que arrastra un conflicto con Osakidetza desde hace dos años, auguró ayer "una gran huelga" en la sanidad para el próximo otoño. El SATSE salió así al paso de unas declaraciones del consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, en las que desechaba una posible convocatoria de paro.

Para el sindicato de enfermería, hay "muchas razones" que contribuyen a aumentar el malestar y el descontento entre los profesionales de Osakidetza. Entre ellas, citó el aumento de médicos sin que se produzca ni un alta en la plantilla de enfermería. Este déficit está llevando a que las enfermeras trabajen "horas excesivamente, se reduzcan las prestaciones y se cierren plantas de hospitalización". "Ha llegado la hora de realizar una protesta contundente", concluyó.