La alcaldesa popular de Leganés elimina la 'ecotasa'

El nuevo equipo de gobierno del PP en Leganés, que dirige Guadalupe Bragado, aprobó ayer, en su primera junta de gobierno tras el nombramiento de la regidora el pasado 16 de junio, eliminar la ecotasa. Este tributo, que grava la eliminación de las basuras, cobra a cada hogar leganense entre 6 y 20 euros anuales. Fue el único punto de la reunión en la que se acordó enviar la propuesta al pleno municipal, que se celebrará la próxima semana.

Para que prospere la eliminación de la ecotasa es necesario que la propuesta alcance 14 votos en el próximo pleno. El grupo municipal del PP cuenta con 12 concejales, mientras que el PSOE cuenta con 11, y el grupo independiente Unión por Leganés, uno. Es decir, que para poder aprobar su propuesta, Bragado debe convencer antes a, por lo menos, dos ediles de los grupos de la oposición.

"Apenas supone el 0,9% del presupuesto consolidado del Ayuntamiento, por tanto, su impacto sería perfectamente asumible", declaró la alcaldesa, que cifró la cantidad que deja de ingresar en unos dos millones y justificó su decisión en que era una petición reiterada de las asociaciones de vecinos leganenses. "Era un tributo polémico, injusto, y abusivo, porque no se reinvertía para mejorar el servicio", explicó Bragado. A cambio, la alcaldesa de Leganés anunció que pondrá en marcha un plan de limpieza integral en los barrios.

La alcaldesa de Leganés alcanzó el bastón de mando el pasado sábado, gracias a que los dos grupos que han gobernado en el municipio desde hace 21 años, PSOE e IU, no lograron alcanzar un acuerdo. Durante el pleno de investidura, los tres concejales de la coalición de izquierdas votaron en blanco, lo que permitió a Bragado hacerse con la alcaldía. Fuera quedó el aspirante socialista Rafael Gómez Montoya, que sólo recibió el apoyo de sus 11 concejales. Desde entonces, se ha desatado la tormenta en el seno de IU, con críticas a los ediles leganenses. El pasado miércoles, la comisión gestora que dirige el Partido Socialista de Madrid aceptó una reunión con IU para resolver la crisis.