Zapatero planta cara a Blair para evitar más rebajas al tratado de la UE

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero enseña los dientes por vez primera en el proceso para pactar un nuevo tratado de la UE y lo hace para plantar cara al primer ministro británico, Tony Blair, empeñado en rebajar más y más el contenido de la Constitución europea a través de las líneas rojas que ha fijado. Una de ellas consiste en desvirtuar la figura clave del futuro ministro europeo de Exteriores. En respuesta a Londres, España asegura que, si se restan competencias al ministro, no apoyará la creación de un presidente estable en la UE, cargo al que podría acceder el propio Blair, como ha señalado el francés Nicolas Sarkozy.

Esa amenaza la expresó ayer con contundencia el secretario de Estado para Europa, Alberto Navarro, quien calificó de "inaceptables" los recortes al texto constitucional que exigen el Reino Unido y Polonia, los dos países que más problemas plantean ante la cumbre europea que mañana se inicia en Bruselas. Navarro dijo ayer en el Parlamento que España "respeta" a Francia y Holanda, que no han podido ratificar en referéndum el Tratado Constitucional, pero no que las principales pegas vengan del Reino Unido y Polonia, "dos países que, tras firmarlo, ni siquiera intentaron ratificarlo y ahora quieren sacar ventaja". "España no está dispuesta a aceptar un tratado a cualquier precio", subrayaron ayer fuentes oficiales.

España, el único país de peso que aprobó en referéndum la Constitución, encabeza así el grupo de Estados que intenta parar los pies a los menos europeístas. En su planteamiento frente al Reino Unido, el Gobierno español asegura contar con el férreo apoyo de Portugal, Luxemburgo, Bélgica, Italia y Hungría, entre otros, así como del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.