Osa sí, pero pasada por agua

"Madrid, Madrid, Madrid / las osas te venimos a decir / que hay una confusión / que ya toca por todos desdecir...". Un chotis descubrió ayer en la puerta del Sol "el secreto del escudo de la capital: el oso que se encarama al Madroño es en realidad una osa". La actriz Marisa Tejada improvisó estos versos, bajo la lluvia y ante un centenar de personas, en un acto festivo organizado por el Consejo de Mujeres de Madrid para informar del "verdadero sexo" del plantígrado más famoso de la capital.

"Es una manera de reivindicar el Madrid de las mujeres, que aparecen en los nombres de las calles sobre todo como vírgenes Marías o santas", explicaba Lourdes Hernández, presidenta de este colectivo que agrupa 32 asociaciones feministas y vecinales y que esta semana ha recuperado un antiguo debate de género, basado en textos del siglo XVI. "¡Claro! Desde siempre sabemos que el símbolo de la ciudad es una osa, pero como las mujeres históricamente no hemos tenido importancia, lo han convertido en oso", recordaba la madrileña Pilar Rodrigo, intentando resguardarse de la lluvia.

Y es que, efectivamente, también el escritor Juan López de Hoyos se refería al "Madroño y la Osa". Faustino Menéndez Pidal de Navascués, presiente de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía (a la que el Ayuntamiento encargará una consulta) puntualizaba ayer al respecto: "Los autores clásicos le llaman osa, pese a que sus creadores seguramente no se plantearan el sexo del animal. Esta denominación hizo que el escudo de la capital incorporara después las siete estrellas de la constelación de la osa menor... Además, pero ésta es sólo una hipótesis, el nombre Madrid [que viene del término árabe Magerit] conducía de alguna manera a la palabra madre".

Ayer, mientras algunas voluntarias repartían chapas con el lema de la campaña, "Soy una osa", Javier Ruiz, estudiante de Ciencias Políticas, reflexionaba: "Creo que la Osa tiene más fuerza que el Oso. Los madrileños pueden de alguna forma sentirse sus hijos, como pasa en Francia con la Mariana, Incluso puede ser un símbolo más rentable políticamente". Y, si el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, calificó la polémica de "sana y divertida", las ideadoras de la campaña recordaron: "El debate tiene valor simbólico, pero lo que importa de verdad es que crezca la presencia de la mujer en la vida pública. Para ello, sólo hemos empezado a trabajar".