Tintín acerca la ciencia a San Sebastián

Tal día como ayer, hace cien años, nacía Georges Remi, conocido por Hergé, el padre literario de Tintín. El Kutxaespacio de la Ciencia de San Sebastián conmemora esta efeméride con una exposición en la que rescata 25 escenas de las aventuras del famoso reportero relacionadas con la ciencia y la tecnología. La muestra, organizada en paneles en castellano y euskera, permanecerá abierta hasta fines de agosto y se completará con un taller de cómics y otro de relojes de sol. El visitante podrá ver los restos de un meteorito o el resultado al mirarse en un espejo cóncavo.

La exposición 100 años de ciencia con Tintín ilustra a través del cómic ideado por Hergé (Bruselas, 1907-Lovaina, 1983) algunos experimentos, descubrimientos y fenómenos naturales que tienen relación con la ciencia y la tecnología. "El público podrá ver que pueden combinarse el talento, la creatividad y el estar al tanto de las innovaciones científicas", como lo estaba Hergé. Es más, en alguna ocasión, el dibujante "se adelantó" incluso a la realidad, destacó ayer el director del Kutxaespacio de la Ciencia, Javier Sabadell, en un recorrido por la muestra poco antes de su inauguración.

Y es que en 1954, quince años antes de que el Apolo XI llevara al hombre a la Luna por primera vez, Tintín y el capitán Haddock ya habían pisado el satélite en el cómic Aterrizaje en la Luna. Viajaron en un cohete con un motor de propulsión atómica creado por otro de los famosos personajes de Hergé, el profesor Tornasol, aunque ese proyecto realmente existió en la NASA a mediados de los años cincuenta, según explicó Sabadell y se puede leer en los paneles de la exposición.

Los paneles están divididos en dos partes. La primera muestra la página seleccionada del cómic de Tintín. En la segunda, los personajes del libro se encargan de introducir al visitante en el mundo de la ciencia. El joven reportero, "con su seriedad habitual", adelanta el contexto en el que se desarrolla la acción del tebeo. El capitán Haddock, con su tono entre irónico y crítico, introduce una pregunta. Y el profesor Tornasol se encarga de dar la explicación científica correspondiente.

Bólidos y alucinaciones

Así, la aventura de La estrella misteriosa sirve para explicar al visitante que un bólido no es una estrella, sino un meteoro de algunos centímetros que, al penetrar en la atmósfera, se quema alcanzando notables magnitudes aparentes y convirtiéndose en un objeto muy luminoso. El cangrejo de las pinzas de oro es el vehículo para marcar la diferencia entre un espejismo y una alucinacion. Y con En el país del oro negro el espectador puede conocer el fenómeno de la tormenta de arena.

100 años de ciencia con Tintín sitúa al Yeti, el abominable hombre de las nieves, en el capítulo de la mitología, pero aclara que el torpedo, el pez que mordió al perro Milú en otro de los tebeos de Hergé, sí existe. Es una especie marina que provoca descargas eléctricas de hasta 220 voltios.

En definitiva, la exposición que acogerá el Kutxaespacio hasta finales de agosto supone un buen camino para que el público siga luego indagando en el mundo de la ciencia. "Puede recurrir a la enciclopedia o preguntarnos a nosotros", apuntó Sabadell. Y, por qué no, resulta también una invitación a la lectura, pues en determinados momentos pondrá a disposición de los visitantes la colección completa de las aventuras del periodista del flequillo.