"En Madrid falta coordinación"

Hasta hace poco compaginaba su faceta artística con el trabajo en el aeropuerto, pero Álex Campoy (Sevilla, 1971) ha logrado alquilar una nave industrial como estudio en Loeches, y dejar su otra vida. "El nivel de galerías en otras ciudades como Berlín es parecido al que hay aquí, pero los alquileres para los artistas son mucho más baratos. Además, está el tema del coleccionismo. Aquí hay poca tradición", asegura.

Él ha vivido en Los Ángeles, Andorra y Londres, pero es Madrid la ciudad donde creció y se ha establecido este artista autodidacta. "Hay pocas ayudas para la proyección internacional de los artistas españoles", explica. Entre las ventajas que encuentra, a nivel artístico, en esta ciudad se encuentra arriba de la lista el gran número de espacios para exponer, aunque Campoy echa en falta más centros de arte que "saquen a artistas jóvenes". "En Madrid está focalizado el movimiento artístico, aunque quizá en Barcelona haya más dinero", dice este asiduo de la feria de videoarte barcelonesa Loop. A la capital no le faltan defectos: "Esta ciudad tiene un ritmo frenético, es difícil que los artistas se encuentren, cada uno vive en una punta. Los precios del alquiler son altísimos. Además, faltan intermediarios que organicen la difusión de los trabajos. En Madrid falta coordinación", se lamenta Campoy. A pesar de todo, y de todo lo que podría mejorar, él no se plantea salir de esta ciudad. En sus calles a ritmo de persecución topmanta rodó uno de sus vídeos más conocidos, Boomerang, con el que participa en los Rencontres internationales.