Un camionero detenido por conducir ebrio prefiere ir a la cárcel antes que someterse a rehabilitación

El transportista de bombonas de butano y propano Antonio M. E., de 44 años, detenido el pasado día 7 por conducir presuntamente borracho y haciendo eses, aseguró ayer tras ser juzgado por estos hechos que prefiere ir a la cárcel antes que someterse a un tratamiento antialcohólico, porque, aseguró, él "no es un borracho". El conductor ha sido detenido seis veces por conducir bajo los efectos del alcohol.

El abogado del conductor propuso ayer en el juicio rápido a que fue sometido su cliente en los juzgados de Reus que éste pudiera eludir los seis meses de cárcel que pidió el fiscal si se comprometía a seguir un tratamiento de rehabilitación de su supuesto alcoholismo. El conductor admitió en el juicio que había bebido cuatro cervezas el día de su detención.

Al terminar el juicio, el conductor manifestó a los periodistas que antes de su visita al juez se había tomado cuatro cervezas -y añadió que "no iba borracho"-, que después del desayuno se había bebido dos copas y que cuando acaba su jornada bebe unas cuatro o cinco cervezas. Se negó a aceptar el trato que propuso su abogado alegando que no tiene problemas con el alcohol.

El día de su detención, Antonio M. E. conducía por la carretera N-340 a la altura de Mont-roig del Camp cuando los Mossos lo detuvieron al observar que su conducción en zig-zag representaba un peligro para el resto de vehículos y para un grupo de ciclistas que iba delante de camión. Al hacerle la prueba de alcoholemia, arrojó 0,56 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado, cuando el límite para los conductores de materias peligrosas es de 0,15. Apenas tres días antes de esta detención, un juez le retiró el carnet de conducir y le había impuesto una multa por conducir ebrio.

Antonio M. E. es responsable de un delito contra la seguridad del tráfico por conducir bajo la influencia del alcohol y de otro de quebrantamiento de condena.