El buque 'Ostedijk' descargará hoy el fertilizante que transporta en el Puerto de Bilbao

El navío holandés Ostedijk, que sufrió un incidente hace doce días frente a las costas gallegas, salió ayer por la tarde hacia Bilbao, donde estaba previsto su llegada a primera hora de la tarde. El barco, botado hace menos de un año, tiene previsto descargar las 6.012 toneladas de fertilizante que transporta en el Puerto de Bilbao. La empresa destinataria de la carga no se conocía ayer exactamente, aunque las operaciones de descarga requieren especiales medidas de seguridad.

Procedente de Noruega, el Ostedijk se dirigía hacia Valencia cuando, a unas 50 millas de A Coruña, su capitán lanzó una llamada de auxilio porque los gases provocados por la combustión espontánea del fertilizante en una de sus bodegas invadieron la sala de máquinas e incluso algún camarote. Fuertemente irritantes para las vías respiratorias y los ojos, hacían inviable continuar la navegación. Y así comenzó el incidente que movilizó a los gobiernos central y gallego durante una larga semana para tratar de impedir que las emanaciones afectaran a poblaciones de la costa o se produjera cualquier contaminación.

El armador del navío, según Salvamento Marítimo, ha entregado "todos los certificados que especifican la seguridad del buque y de su carga". El Ministerio de Fomento aseguró en una nota que la empresa armadora ha presentado "todos los certificados solicitados por la Capitanía Marítima de A Coruña, que especifican que el buque y su carga están en perfecto estado para continuar su viaje".

Tres certificados

Las autoridades le habían exigido tres certificados, dos de los cuales (situación de la carga y estabilidad de la nave) fueron entregados el martes ante la Capitanía Marítima de A Coruña. La firma armadora aportó ayer el último documento reclamado, un certificado de navegabilidad de la empresa clasificadora del buque Bureau Veritas

El buque viajaba ayer hacia Bilbao con sus doce tripulantes y cuatro miembros de Salvamento Marítimo, y avanzaba propulsado por sus propios motores. Le acompaña en la travesía un remolcador, el Leixoes. El viaje de 202 millas náuticas supondrá unas 20 horas de navegación. En el momento de la salida del navío, la carga de fertilizante estaba fría y se espera que, "en ausencia de fuentes de calor, continúe completamente estable mientras dura el viaje".

Si se produjera un nuevo calentamiento de la carga dañada, se localizará y se enfriará con los sistemas de lanzas de agua que se encuentran instalados en la bodega. El plan de seguridad del viaje considera que este sistema, con una intervención rápida, es plenamente eficaz.

El coste de las operaciones de salvamento realizadas en aguas gallegas debe ser evaluado por Fomento, que pasará la factura al armador.