Bandas juveniles desatan la alarma en Alcorcón

Alcorcón, con más de 160.000 habitantes, permaneció ayer tomada por policías antidisturbios y con la mayor parte de los establecimientos que abren en domingo cerrados. Un millar de jóvenes, en su mayoría españoles y muchos con el rostro oculto por pasamontañas, se dispersaron por la localidad a la búsqueda de jóvenes dominicanos, supuestos miembros de una banda que se vio envuelta el sábado en una reyerta multitudinaria en la que se registraron tres heridos y siete detenidos. Los jóvenes se enfrentaron ayer con los antidisturbios en varios puntos del municipio

Por segundo día consecutivo, Alcorcón fue ayer escenario de disturbios con tintes xenófobos y racistas. Cientos de manifestantes lanzaron botellas y monedas a los efectivos de la Unidad de Intervención Policial, que respondió con botes de humo. Los jóvenes se dispersaban y volvían a reunirse en pequeños grupos. "Muy bien, a por esos dominicanos", les jaleaban algunas mujeres.

Ayer, sin embargo, no se veían latinoamericanos por las calles de la ciudad. La mayoría se había encerrado en sus casas. "Tenemos mucho miedo porque ahora lo van a pagar con nosotros", decía una mujer dominicana, madre de un niño de 14 años.

El sábado por la noche, un centenar de jóvenes se enzarzaron en una reyerta multitudinaria que se saldó con siete detenidos y tres heridos, uno de ellos muy grave, al que le fue extirpado el bazo. La policía se incautó de una pistola simulada, decenas de armas blancas -entre ellas, una catana- puños americanos y bates de béisbol. "No es un problema de racismo, sino de delincuencia", decían ayer varios jóvenes. "La policía sabe desde hace meses los problemas que tenemos aquí, pero no hace nada y al final ha saltado la violencia", agregaba una vecina.