"Seré más Capitán Trueno que Superman"

Pregunta. No pudo ser lo de quedarse de ministro. ¿Se la guarda a ZP?

Respuesta. Soy ministro, gracias a ZP. Y el día que deje de serlo, lo habré sido gracias a ZP.

P. No se iba ni con agua caliente. ¿Qué le decidió?

R. Los argumentos en contra: me decían que es difícil y que no merecía la pena ni intentarlo; que había que resignarse a una política hecha malamente.

P. ¿Qué metería en un video de presentación sobre sí mismo?

R. Prescindiría de toda pompa, atrezzo y decorado. Me pondría en vivo y en directo, trabajando con la gente y explicando lo que me propongo hacer.

P. ¿Será para sus paisanos Superman, Batman o El Capitán Trueno?

R. Soy un gran admirador del Capitán Trueno, un eterno rebelde, agitador de conciencias. Por tanto, seré más Capitán Trueno que Batman o Superman.

P. ¿Se encontró por los cajones algún rosario o cilicio de su antecesor, Michavila?

R. No. He encontrado un crucifijo, que no he removido, y seis euros en una estantería, que no he tocado. Llegué a pensar que se tratase de una trampa.

P. ¿Es cierto que su hoy mujer tenía celos de Michavila, porque, cuando él era ministro, se pasaban el día juntos?

R. En absoluto. No hay que creer lo que uno lea en la prensa. Pero me alegro de haber tenido con él un trato cordial y de conservarlo.

P. ¿Por qué es tan de derechas la mayoría de los jueces?

R. El derecho es la conservación del orden. En España hay, además, una actitud conservadora que va más allá de la ley, y que afecta a los valores y las afinidades. Lo realmente importante es que esa actitud no afecte al interpretar la ley.

P. Se casó, casi estando ya en el Gobierno, de forma más que discreta. ¿Para ahorrarse unas copas con los ministros?

R. Pago copas, todas las que hagan falta. Y para mis colegas del Gobierno tengo sólo buenas palabras.

P. ¿Se mosquea con ZP cuando le hace callar en el Consejo de Ministros?

R. No es que me guste hablar. Es que es mi trabajo: formarme opinión, exponerla. Una de las cualidades del presidente es que escucha muchísimo. Y no manda callar a nadie.

P. ¿Y entonces por qué cree que sus compañeros se hacen cruces los viernes cuando usted pide la palabra?

R. He visto más de una broma sobre eso, y me parece reveladora de algún transfondo freudiano. Al Consejo de Ministros vamos no sólo a hablar, sino a escucharnos los unos a los otros. Yo intento no ser superfluo. Y no hablo por gusto.

P. De buen canario, ¿cree que los Reyes godos son Juan Carlos y Sofía?

R. El adjetivo godo es ambivalente en Canarias. Pero lo que tenga de carga negativa no les puede ser aplicado a reyes que son enormemente queridos.

P. Hay quien dice que es usted el yogurín del Gobierno.

R. Nunca he prestado un segundo de atención a ese tipo de comentarios, y, si alguna vez los escucho, me pongo de mal humor.

P. De joven hacía rock sinfónico, psicodélico y experimental.

R. Además de bolero, caricaturas, pintar al óleo, modelar en barro, teatro y estudiar, que nunca he dejado de hacerlo.

P. ¿A quién salva del PP?

R. No soy el Sumo Hacedor que tenga el poder de condenarles. El PP, como el PSOE, está seguramente lleno de buena gente. Lamento que se hayan empecinado en reencontrarse con su propio error cuatro años más viejos.

P. ¿Ha besado mucho anillo de monseñor?

R. He intentado cumplir con mi deber con dignidad siempre que me ha tocado. Cuando se buscan acuerdos, y se consiguen, todo el mundo está obligado a mover ficha.

P. Ha publicado nueve libros sobre derecho constitucional. ¿Hay derecho?

R. Algunos piensan que ni hay derecho ni hay justicia [ríe]. Pero los que vivimos obsesionados con la ley tenemos que hacer algo al respecto.

P. ¿Por qué será recordado como ministro?

R. Pues se lo voy a anticipar: creo que voy a ser el primer ministro que ahorre al Estado el importe de su retrato para la galería oficial, porque pienso pintármelo yo.

P. Se mirará con buenos ojos.

R. No lo prometo, porque he sido siempre mi juez más severo.