Demasiada deuda

Pese a los evidentes apoyos del Gobierno regional y la aprobación de un plan parcial en Mazarrón (Murcia) a la promotora alicantina Hansa Urbana, esta sociedad no tiene en la actualidad una situación muy boyante. Fue el vehículo para la fusión, el 30 de junio de 1995, de las entidades mercantiles Gestión Urbanística Mediterráneo S.A., perteneciente a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), y Finacom SA, encabezada por el empresario Rafael Galea y su familia. La memoria de ese primer ejercicio muestra que mientras la empresa de la CAM aporta sus joyas de la corona (los terrenos incluidos en el plan parcial de Condomina en el municipio alicantino de San Juan, la finca Torre Guil en Murcia y el plan parcial de Agua Amarga) Galea sólo cedió varios centros comerciales en Jerez, Cornellá y Córdoba, consideradas inversiones poco afortunadas, según expertos consultados. Pese a ello, los fondos propios, unos 84 millones de euros, se dividieron en dos partes iguales, valorándose Finacom igual que la empresa de la CAM, que era la que disponía de los terrenos que iban a ser después desarrollados.

Desde esa fecha, Hansa Urbana gozó de una elevada financiación. Llegó incluso a deber más de 150 millones de euros en el pasado ejercicio, siendo más de 100 concedidos por entidades de crédito asociadas. Según fuentes de la CAM, la deuda de todo el grupo empresarial con esa caja sería de unos 400 millones, cantidad considerada muy elevada. La empresa Alicante Golf, una de las del consorcio de Galea, mantiene también un endeudamiento importante.

En el informe de gestión de 2005, Hansa Urbana destaca que "sigue confiando plenamente en el turismo residencial (...) en el que se espera lanzar en breve su proyecto estrella, el de Novo Carthago (...) acorde con nuestra filosofía principal de respeto a los entornos naturales (...)". Un revés serio, como sería frenar Novo Carthago, pondría en situación delicada a Hansa Urbana, cuyas cuentas demuestran que no tiene un proyecto empresarial definido.