Medio siglo de historias de televisión

En 1956, el entonces ministro de Información y Turismo, Gabriel Arias Salgado, inauguraba con esta grandilocuencia nacionalcatólica las emisiones de Televisión Española. "Hoy, día 28 de octubre, domingo, día de Cristo Rey, a quien ha sido dado todo poder en los Cielos y en la Tierra se inauguran los nuevos equipos de Televisión Española". El discurso terminaba con el obligatorio: "¡Viva Franco! ¡Arriba España!". Con este certificado de bautismo y más allá de cándidas nostalgias que ahora rebuscan en el baúl de los recuerdos para celebrar los 50 años de la pequeña pantalla, no resulta extraño que uno de los medios de comunicación más potentes, por no decir el más importante, haya estado marcado por un pecado de origen.

Surgir en medio de una dictadura, sin control económico ni parlamentario y al dictado de la agitación y propaganda del régimen, lastró las posibilidades de que Televisión Española se convirtiera en un servicio público eficaz, democrático, rentable y atento a la mejora cultural de los ciudadanos. Al parecer, durante las tres décadas de democracia no se ha podido alcanzar después un pacto político que garantizara para TVE los mismos criterios de calidad y de independencia de que gozan la BBC británica o las cadenas públicas alemanas.

De los avatares de medio siglo de televisión en España trata este magnífico libro de Enrique Bustamante, catedrático de Comunicación Audiosivual en la Universidad Complutense y uno de los sabios que fueron autores del informe encargado por el actual Gobierno sobre el modelo de televisión. Desde su doble condición de profesor teórico y de periodista práctico, Enrique Bustamante aborda con rigor, sentido crítico y mucha lucidez el pasado de este medio de comunicación para adentrarse al final en proponer unas soluciones de futuro que pasan, en cualquier caso, por la regeneración del servicio público.