La Generalitat creará una compañía que asuma el servicio de Cercanías

El Gobierno catalán ha empezado ya a preparar el terreno para asumir el servicio de Cercanías, medida prevista en el Estatuto vigente. El instrumento será una nueva empresa ferroviaria formada a partir de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y la Autoridad del Transporte (ATM). A través de esta última, se integrarán las administraciones locales. Esta compañía tendrá que integrar la plantilla de Renfe que se quede en Cataluña.

Tras un periodo de titubeos, el Gobierno catalán se ha decidido por la creación de una empresa formada por capital de la Generalitat, a través de FGC, y de los municipios, sobre todo a partir de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), para gestionar el servicio de Cercanías. La futura empresa podría admitir en su seno a la propia Renfe e incluso capital privado. Lo importante, explicó ayer el secretario de Movilidad, Manel Nadal es que la gestión de los trenes de Cercanías se haga de forma más cercana a los ciudadanos.

El anuncio hecho ayer por Nadal clarifica la actitud de los socialistas. Inicialmente, el PSC se mostró siempre favorable a asumir la gestión de Renfe con todas las consecuencias, es decir, haciéndose cargo de Cercanías, con su personal y material, e integrándolo en Ferrocarrils de la Generalitat.

Esta posibilidad se enfrió durante los dos primeros años de Gobierno tripartito e incluso se sugirió que el traspaso de la gestión de Cercanías podía hacerse manteniendo Renfe el servicio, si ganaba el concurso que se haga en su día. Una vez asumidas las Cercanías, el Gobierno catalán deberá sacar a concurso su explotación, según las directivas europeas. A ese concurso podrá concurrir cualquier empresa ferroviaria, nacional o extranjera, con experiencia o de nueva creación, pública o privada, aunque probablemente deberá asumir el personal de Renfe que quede cesante si Renfe no gana.

La propuesta hecha ayer por Nadal soluciona en parte el problema. La empresa mixta podría integrar a Renfe, que aportaría, precisamente, el personal y el material actual o ya contratado.

Nadal explicó que Cercanías necesita una inversión de unos 800 millones de euros y aseguró que la organización de la gestión y la reforma serán una prioridad total en la próxima legislatura.

En el acto estaba presente el consejero delegado de TMB, Constantí Serrallonga, que se mostró dispuesto a participar en la empresa que gestione los servicios de Cercanías. Serrallonga fue incluso un poco más lejos y criticó el servicio que han ofrecido los trenes de Renfe en los últimos días. Estas alteraciones del servicio, dijo, causan una "preocupación importante" y es un "asunto que hay que resolver".

Los dirigentes de Renfe, en cambio, declinaron hacer declaraciones. "No hacemos nunca comentarios sobre otros operadores, de modo que no entramos a opinar sobre cómo funcionan el metro y los autobuses", comentó su portavoz. Con relación a la propuesta de Nadal, aseguró que Renfe está formada por técnicos que asumirán la decisión que tomen los políticos.