Los populares suprimen en el Congreso el único artículo aprobado por unanimidad en Andalucía

El Partido Popular y el Partido Andalucista votaron en contra de todos los artículos de la proposición de ley de reforma, tanto en la tramitación en la Comisión de Desarrollo Estatutario como en el pleno del Parlamento de Andalucía. El no del PP y PA se produjo a los 246 artículos del texto, ya que ninguno de ellos pidió votación separada de aquellos aspectos que incluso defienden, como el de que la capital de Andalucía es la ciudad de Sevilla, que la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía está en Granada o que las provincias andaluzas son las que son.

Durante el debate en comisión, sólo la disposición adicional quinta logró que PP y PA guardasen la tarjeta roja. Este precepto cercena la capacidad de intervención de la comunidad autónoma (recogida en el artículo 79.2 de la propuesta de reforma) en caso de crearse o modificarse juegos y apuestas de entidades benéficas, en alusión a la poderosa Organización Nacional de Ciegos (ONCE).

Fue lo único que los grupos socialista, popular, de Izquierda Unida y andalucista votaron por unanimidad. Sin embargo, los populares proponen su supresión en las enmiendas presentadas en el Congreso de los Diputados, en coherencia con la eliminación que también defienden de esta materia en el título elaborado sobre las Competencias.

De todos los partidos que forman parte de la ponencia, el andalucista es el que presenta un perfil más diluido, al no tener representación en el Congreso. Fuentes del PSOE aseguraron que en esa sede parlamentaria no se ha producido ningún contacto con los andalucistas, cuyo paquete de enmiendas ha sido registrado por el PNV. Los nacionalistas vascos ya han anunciado que el hecho de que las hayan presentado no significan que las vayan a defender.

Los contactos del PSOE con el PA los están llevando personas próximas a Chaves y al secretario general del PA, Julián Álvarez, pero no a nivel de partido. Éste último decidió romper relaciones bilaterales con los socialistas después de que éstos filtrasen unos documentos de negociación sobre la proposición de reforma.