Salou: la foto de siempre

Paseo marítimo de Salou, agosto o septiembre de un año cualquiera. Los fotoperiodistas de Tarragona lo tienen fácil para obtener una espectacular imagen que ilustre las consecuencias del aguacero de turno. La fotografía de turistas en bañador con el agua por encima de la rodilla es todo un clásico en la prensa catalana (ayer mismo este diario publicó una en la portada). El Ayuntamiento, que tiene un plan a corto plazo para canalizar la desembocadura del barranco causante de las periódicas inundaciones, admite que el desarrollo urbanístico de la ciudad durante los años sesenta no tuvo en cuenta este problema.

"Todo el mundo quería construir en primera línea de mar", señala el alcalde, el independiente Esteve Ferran. Salou siempre se ha inundado. "Pero antes no había ningún problema, porque no había casas ni nada, y las únicas desgracias que provocaba el agua eran las avellanas que arrastraba", recuerda el alcalde.

Ahora, las calles y patios situados a unos 300 metros junto al barranco de Barenys se convierten cíclicamente en un canal de aguas rápidas en el que docenas de vehículos han sellado su siniestro total. "No ha muerto nadie, por suerte", dice Ferran. Hace dos años, el temporal causó daños a tres centenares de coches, de los que 60 quedaron totalmente destrozados, según datos municipales. En el temporal de estos días, han sido una treintena los vehículos inutilizados por las sucesivas avenidas de aguas de estos días.

Ahora, el consistorio pretende desviar el tramo final de este barranco, que avanza desde Reus recogiendo aguas del interior del Baix Camp, y ampliar su desembocadura para que el agua llegue sin obstáculos al mar. El proyecto comporta la expropiación de 19 edificios -16 casas de pisos y 3 chalés- y ha provocado la ira de los afectados, que acusan al equipo de gobierno, integrado por independientes, CiU y el PP, de tener intereses económicos particulares. El alcalde, que lo niega de plano, les insta a demostrar en los juzgados estas acusaciones.

La zona que siempre se inunda, conocida como el barrio de la Salut, está en primerísima línea de mar. Entre el rompeolas y la vía del tren, que en esta zona atraviesa lo que siglos atrás eran las dunas típicas de las playas mediterráneas.

El Ayuntamiento, que ya presentó un plan a la Agencia Catalana del Agua para reformar la desembocadura del barranco, ha completado ahora el proyecto incorporando unas exigencias que aumentan su anchura, que pasará de 6 a 30 metros. "A ver si podemos empezar la obra dentro de unos meses", señala Ferran.

Con esto, el alcalde espera terminar con la misma foto que se reproduce año tras año cuando hay lluvias, del mismo modo que ocurrió con la plaza de Europa a mediados de los años noventa.

La plaza, que es la entrada principal de Salou, se inunda ahora también cuando llueve como lo ha hecho estos días, pero los 15 minutos que estuvo cortada al tráfico anteayer poco tienen que ver con las horas y horas que permanecía fuera de servicio antes de ejecutarse las obras de drenaje de la zona.