Datos en contra

La Bolsa concluye la semana con un descenso del 1,31%, debido a los recortes de las dos últimas jornadas, donde el Ibex 35 acumuló una caída del 1,12%. El petróleo, la amenaza terrorista y los resultados empresariales han sido demasiados factores negativos juntos para que los precios no se resientan.

El ciclo en plena época estival ha dado más de si de lo que podía pensarse con buena parte del mercado en período de descanso. Como la semana anterior, las jornadas han tenido altibajos continuos, demostrando la renta variable una buena salud a pesar de los factores negativos que en todo el ciclo han acompañado las sesiones. El martes y el miércoles con el petróleo en plena subida de precios y con la decisión de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés en el 5,25%, pero dejando mal sabor de boca a los mercados por la predisposición mostrada por la autoridad monetaria a nuevas subidas. El Ibex 35 ganaba por encima del 1% y recuperaba el nivel de los 11.900 puntos que no disfrutaba desde el 11 de mayo pasado.

No obstante, el movimiento más fuerte en los precios se produjo en la jornada inicial de la semana donde el Ibex 35 recortaba un 1,20%, debido en gran medida a que el petróleo se disparó en la sesión hasta su máximo anual, y que la renta variable venía de recoger una subida superior al 1% en el cierre anterior. Pocos podían predecir un mes de agosto con tanta volatilidad, pero los acontecimientos están convirtiendo a las Bolsas en el principal foco de atención.

Sólo la decisión de la Reserva Federal (Fed) de mantener los tipos de interés era un dato esperado por el mercado, el resto de los factores han sorprendido por su negatividad, como es el caso de la evolución del precio del petróleo y los resultados empresariales. En éste último terreno resulto especialmente dañino para los inversores la publicación de los beneficios de Deutsche Telekom, un 14% inferiores a los del primer semestre de 2005, lo que ha obligado a la compañía a rebajar sus previsiones para todo 2006, con el consiguiente serio recorte en el sector de telecomunicaciones europeo. El factor sorpresa que aportó ciertos nervios a los mercados fue la nueva alerta terrorista procedente de Londres al descubrirse un supuesto complot para detonar varios aviones en pleno vuelo hacia EE UU.

A pesar de que los vaticinios sobre un agosto de pasividad inversora no se están cumpliendo, parece que la semana entrante sí estará afectada por una escasa actividad como consecuencia del puente por la fiesta del martes, aunque los mercados abren sus puertas. Salvo sorpresa de algún factor ajeno a la evolución de los precios, no parece que el Ibex se mueva mucho de la estela del 11.800 que pese a perder en la última jornada a demostrado recuperar con facilidad.

Las cifras de contratación son reflejo de una menor actividad pues la media diaria rondó los 2.200 millones de euros.