Fomento tiene dudas sobre la legalidad del pacto alcanzado entre Iberia y los trabajadores de El Prat

El acuerdo alcanzado el viernes entre Iberia y los trabajadores sobre la gestión de los servicios de tierra en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) incluye una cláusula por la que Iberia se compromete a realizar el autohandling, es decir, gestionar ella misma el movimiento de las maletas y el repostaje, entre otros servicios en tierra.

La antigua compañía de bandera ya ha obtenido la autorización necesaria de la Dirección General de Aviación Civil, del Ministerio de Fomento. El criterio general es concederla a todas las aerolíneas siempre que no haya limitaciones de espacio en el aeropuerto. Iberia firmó con sus trabajadores un compromiso para gestionar también los equipajes de su filial Air Nostrum y la nueva empresa de bajo coste, Clickair. Pero no está nada claro que sea posible legalmente.

La normativa española, transposición de una directiva europea, permite extender la licencia de autohandling a las aerolíneas en las que supere el 50% del capital. Iberia tiene el 20% de Clickair y no tiene ninguna participación en Air Nostrum. Así que eso sería prestar un servicio a terceros, que es precisamente la concesión que ha perdido en Barcelona en el concurso resuelto la pasada semana por AENA. La única posibilidad legal, según fuentes del sector, sería que Air Nostrum y Clickair solicitasen licencia para asumir el autohandling y se quedaran con el personal de Iberia necesario.

Iberia ha solicitado en una carta al presidente del ente público que gestiona los aeropuertos, Manuel Azuaga, su colaboración para que Air Nostrum y Clickair obtenga licencias de autohandling "a través de uniones temporales de empresas". AENA ha remitido la petición al Ministerio de Fomento, que ha pasado el asunto a los servicios jurídicos porque no tiene clara la legalidad de la propuesta.

AENA, explicó ayer su director de aeropuertos, Javier Marín, tiene como política conceder el autohandling y lo ha hecho de modo regular con todas las compañías que lo han pedido, salvo en Madrid y Barcelona, pendientes del concurso fallado la semana pasada. Además, los concursos se retrasaron porque AENA esperó a que se firmase el convenio colectivo del sector (hace un año), que incluye la subrogación de puestos de trabajo en caso de que un operador sustituya a otro.