Crece un 50% la demanda de ayuda antidroga en adolescentes

La demanda para que adolescentes y jóvenes, de edades entre 13 y 23 años, abandonasen el uso de drogas ha crecido un 50% en 2005 con respecto a 2004, según un informe presentado ayer por la asociación Proyecto Hombre. Según informó esta asociación, dedicada a la asistencia terapéutica a consumidores y personas dependientes de la droga, el año pasado recibieron peticiones de ayuda de 3.000 familias.

"La problemática de estos jóvenes es muy distinta de la de los adultos drogodependientes", aseguró por teléfono el director de Comunicación de Proyecto Hombre, Lino Salas. "Mientras que estos últimos llegan con un elevado nivel de adicción y de deterioro físico y psicológico, los adolescentes se encuentran en su mayoría en un periodo de experimentación, aunque algunos ya tienen problemas psicológicos, sociales y familiares". Por ejemplo, el 25,5% de los jóvenes que asistieron a los centros de esta sociedad terapéutica no tenían ninguna ocupación. "Ni estudiaban ni trabajaban, pasaban de todo", explicó Salas.

Para realizar el estudio se seleccionó una muestra de 169 familias implicadas en los procesos de recuperación de sus hijos adolescentes, cuya media de edad estaba en 18 años, según explicaron ayer el director de comunicación y el presidente de Proyecto Hombre, Albert Sabatés, en conferencia de prensa. Además de las 3.000 familias que acudieron en busca de ayuda o información, el año pasado Proyecto Hombre atendió a 2.000 adolescentes que demandaban asistencia especializada. Sabatés calificó el aumento de la demanda de información como "una realidad preocupante que no deja de tener su lado positivo", que en su opinión significa que las familias tienen una "mayor conciencia" del problema del consumo de estupefacientes y de la necesidad de buscar ayuda para afrontarlo.

Terapias a las familias

En este sentido, Lino Salas explicó que en Proyecto Hombre se aborda el tratamiento de estos jóvenes desde una perspectiva muy amplia. "Primero, que dejen de consumir", dijo, "pero también que se reincorporen al mundo escolar, si están todavía en edad de la enseñanza obligatoria, o al mundo laboral si son mayores de 18 años, para lo cual participan en talleres de formación". "Pero también se incluye en las terapias a las familias, para evitar casos de maltrato a los padres o pequeños hurtos en la propia casa, y al círculo de amigos, de forma que cuando les demos de alta ya no estén implicados con gente que consume habitualmente drogas". Este proceso, que culmina con éxito un 50% -"para nosotros, una hazaña", según este portavoz -, dura cerca de un año.

El estudio recoge también el dato de que los adolescentes tratados eran en un 85,5% de origen español, y un 14,2%, extranjeros, sobre todo del Magreb, América Latina y Europa del Este, lo que se corresponde con los porcentajes de inmigración de la población en general. Lino Salas también destacó que entre los atendidos, el 81,4% eran chicos, frente a un 18,6% de chicas. "En ellas tiende a aumentar en mayor proporción que en los chicos el consumo de drogas legales, como el alcohol y, sobre todo, el tabaco, pero crece menos respecto a las ilegales".