Emakunde aduce la complejidad administrativa como causa del retraso

La directora de Emakunde, Izaskun Moyua, hace un diagnóstico mucho más optimista de la aplicación de la ley de Igualdad que el que efectúan la oposición y las asociaciones de mujeres. "La ley es muy joven", argumenta para defenderse de las críticas, que dice aceptar, aunque las considera "prematuras". Muchas cuestiones pendientes están a punto de aprobarse en Consejo de Gobierno, aduce, y destaca la complejidad de las gestiones administrativas posteriores a la intervención de Emakunde como causa de las tardanzas.

Por ejemplo, respecto a los criterios para evaluar el "impacto de género" de cualquier nueva norma, en su reciente comparecencia parlamentaria admitió que el plazo legal se cumplió en marzo pasado, pero aseguró que el documento está ya preparado y que se ha trabajado de forma exhaustiva para elaborar las tablas a las que deberán atenerse las consejerías. Moyua aseguró a EL PAÍS que también se ha iniciado el análisis sobre otra materia sensible: revisar las Relaciones de Puestos de Trabajo.

En cuanto a los criterios que se remitirán a las empresas privadas, Moyua afirma que se están cerrando los contenidos, pendientes también de saber cómo afectará la prevista ley de Igualdad del Gobierno central. "No vamos a cumplir el año que fija la ley, pero no porque estemos paradas, sino porque queremos contar con las empresas, que son quienes tienen que poner en marcha los planes, y ver cuáles son las medidas posibles en ese ámbito", explicó la directora de Emakunde ante la Comisión de Mujer.

Respecto al órgano de participación social, Moyua recuerda que se han sucedido dos años de contactos con las asociaciones y recalca que este mes quedarán recogidas sus aportaciones, para redactar a lo largo del año un borrador y presentar el correspondiente anteproyceto de ley en 2007.

La constitución de la comisión interinstitucional se halla también pendiente del visto bueno de los servicios jurídicos del Ejecutivo.