Una mujer hiere de gravedad a sus abuelos con un cuchillo tras una discusión familiar en San Blas

Luisa y Antonio, un matrimonio de septuagenarios, resultaron muy graves anoche al ser apuñalados por su nieta, de 30 años. El hijo de la supuesta agresora, de seis años, fue el que alertó a los vecinos para que llamaran a la policía. Los hechos ocurrieron pasadas las diez de la noche en el número 10 de la calle de Arcos de Jalón, cerca de la avenida de los Hermanos García Noblejas (San Blas). A esa hora comenzó a llamar el niño a la puerta de una vecina del cuarto piso: "¡Ayudadme, ayudadme, que se mueren!". Junto a él estaba su bisabuela, Luisa, de 75 años, que iba llena de sangre. Al instante salió su bisabuelo, Antonio, de 72, también herido. Se sentó en medio del descansillo, donde comenzó a formarse un charco de sangre.

La nieta, Sophie, salió al poco visiblemente alterada con un cuchillo de grandes dimensiones en las manos. "Es toxicómana y siempre está dando problemas. Tiene un montón de denuncias de sus abuelos por malos tratos y de otros vecinos a los que ha amenazado. Esto se sabía que antes o después iba a suceder", afirmó una vecina.

El teléfono de emergencias 112 recibió la llamada de aviso a las 22.15. Cuando llegaron los facultativos de dos UVI móviles del Summa y del Samur-Protección Civil, hallaron a los heridos con pronóstico muy grave. La mujer había sufrido diversos cortes en el abdomen y en el tórax, lo que le produjo evisceración (salida del paquete intestinal).

El hombre tenía un corte ligero en el hombro y una herida inciso-punzante en la espalda, lo que le produjo un enfisema pulmonar. Ambos fueron trasladados al servicio de urgencias del hospital Ramón y Cajal. "Al niño lo hemos metido en nuestra casa y ha sido atendido por el Samur. Estaba muy nervioso. Es lógico. Después de lo que ha visto la criatura...", añadió otra vecina.

Los agentes de la comisaría de San Blas detuvieron a la mujer. "Estaba tranquila. Se ha puesto incluso chula delante de la policía. Les ha dicho que no la iban a esposar hasta que no se fumara un cigarro", explicó una residente. "Muchas veces nos ha comentado la abuela [Luisa] que la había amenazado. Hoy [por ayer] lo ha hecho y ha estado a punto de matarlos. Esto es una desgracia", añadió.