Reducir el consumo energético

Interesante artículo sobre debate energético en EL PAÍS del 14 de mayo. La mesa de diálogo ha encontrado algunos puntos de consenso: en el suministro energético "hay que reducir la dependencia exterior". Aparece en el titular. Obvio: importamos el 80% de la energía que consumimos, cuando la media en Europa es el 50%.

"Se ha de mantener un mix energético [...] primando en lo posible las renovables, que garantizan mayor autonomía y menor daño". Muy positivo. "En emisiones de CO2 y cumplimiento de Kioto vamos mal, muy mal". Muy cierto, y grave. "En cualquier caso, todos coinciden en que hay que actuar, y drásticamente, sobre la demanda. [...] El sistema productivo gasta más energía de la necesaria y el consumo doméstico no es consciente de su despilfarro. La UE estima que puede reducirse un 20% el consumo, pero España está lejos de ese objetivo".

Aunque no aparezca en el titular, éste es el quid de la cuestión. Hay que reducir la dependencia exterior, pero sobre todo hay que reducir, y mucho, el consumo energético. La pregunta inmediata: ¿y el desarrollo (o el crecimiento, o el nivel de vida)? Cuando esto se toca, tratamos de esquivar el asunto. Y el problema sigue delante, cada día más grande. Hay que reducir, y mucho, el consumo energético. Para las sociedades acomodadas no es tesitura fácil. Pero hay que hacerlo.