Cristina Iglesias, premiada por su forma arquitectónica de transformar el espacio

La escultora Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) recibió ayer, en un acto celebrado en la antigua fábrica de Tabacalera donostiarra, el Premio Nivel que concede el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro. El galardón destaca su "sólida carrera" y el hecho de que su escultura, "fruto del oficio y el instinto, busca una manera de capturar y transformar el espacio con un lenguaje que podría firmar un arquitecto". Sus méritos los resaltó el presidente del Colegio, Anton Pagola: "Aportar e innovar, adelantar acontecimientos en la investigación espacial y matérica es una labor que Cristina viene haciendo desde el inicio de su carrera, y no es fácil", señaló.

Iglesias, que expone actualmente en Colonia y trabaja en la ampliación del Museo del Prado junto a Rafael Moneo, no ocultó su intensa emoción por el reconocimiento, además por partida doble. Primero, por su condición de donostiarra. Pero también, dijo, porque proviene de un colectivo profesional, los arquitectos, con el que "comparto la manera de ocupar el espacio".

La escultora sorprendió en este acto, sobre todo, por sus afirmaciones sobra la escultura pública. "Creo que hay pocas que tengan sentido. Me parece un problema muy difícil como artista y me encanta abordarlo, pero no se trata de llenar las ciudades de esculturas", agregó.