La Mesa del Parlamento remite el Plan de Paz a la Comisión de Derechos Humanos con la reserva del PP

La Mesa del Parlamento vasco acordó ayer la remisión del Plan de Paz y Convivencia impulsado por el Ejecutivo tripartito a la Comisión de Derechos Humanos para que sea debatida con el formato de comunicación del Gobierno, con lo que los grupos podrán proponer cambios al texto mediante propuestas de resolución. La tramitación del plan fue aceptada por todos los integrantes del órgano de gobierno de la Cámara, aunque el PP mostró sus "reservas" al entender que el Ejecutivo se extralimitó al "imponer" la forma en que debía ser tramitado.

Al tramitarse como una comunicación del Gobierno, los grupos podrán presentar propuestas de resolución cuando se inicie su debate en la Comisión de Derechos Humanos. Además, la propia comisión establecerá el procedimiento de debate. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, no defenderá personalmente en la Cámara el contenido del plan del que ha sido máximo impulsor, dado el formato de su tramitación, que evita su toma en consideración por el pleno. Por el contrario, serán varios representantes del Ejecutivo quienes expongan las diferentes partes de que consta, informó Vasco Press citando a fuentes de Lehendakaritza.

El plan recoge medidas relacionadas con la promoción de los derechos humanos, las víctimas del terrorismo, la reparación a las víctimas del franquismo, la defensa de los derechos y libertades civiles y políticos, y la prevención de la tortura y defensa de los derechos de los presos y detenidos.

La Mesa dio trámite al Plan de Paz y Convivencia en su reunión de ayer con la única reserva verbal -no hubo votaciones- del representante del PP, Carmelo Barrio, quien opinó que tendría que ser el Parlamento quien dijese en qué comisión se debería debatir. Barrio defendió que es potestad de los grupos decidirlo y no del Gobierno "imponer" que se discuta en la Comisión de Derechos Humanos. Sin embargo, no precisó qué comisión propondría como alternativa.

El parlamentario PP recordó los desacuerdos de su partido con el enfoque y contenido del plan. Además, recordó que en torno a las víctimas del terrorismo hay cuestiones pendientes que tratar en la Cámara de forma previa, como la celebración de un pleno monográfico sobre esta cuestión.

Otro grupo que también discrepa sobre el contenido del plan es el PSE-EE, por considerarlo un "cajón de sastre". No obstante, su representante en la Mesa, Miguel Buen, no expuso reservas a su tramitación. Fuentes del grupo socialista indicaron que será en una segunda fase, cuando los grupos entren a realizar sus propuestas, cuando propondrán que se separen las medidas referidas a las víctimas del terrorismo para que sean debatidas en la ponencia de víctimas.