El Parlamento exige un plan para regular la apertura de nuevas canteras

El Parlamento vasco aprobó ayer instar al Gobierno a la elaboración de un plan que regule la explotación de nuevas canteras, que debería estar realizado en un plazo de dos años. Todos los grupos, salvo EHAK, que se abstuvo, apoyaron la propuesta, que pide también incluir en los Presupuestos del País Vasco una partida para restaurar canteras abandonadas y un compromiso para vigilar especialmente las situadas en zonas protegidas.

El sector de las canteras en Euskadi se ha caracterizado por la falta de controles públicos, una situación que la Administración ha justificado por los altos costes que tendría el cumplimiento estricto de la normativa. En 1984 se aprobó una ley que exige que todas dispongan de un plan de restauración para garantizar la recuperación ambiental de las zonas afectadas. Pero la realidad es que hasta finales de los 90, muchas ni siquiera contaban siquiera con el proyecto de explotación, que regula la actividad extractiva, el plazo concedido o las técnicas empleadas. Esta carencia persistió hasta 2000, año a partir del cual, según los datos del Gobierno, las canteras en activo disponen ya del plan de explotación.

El Ejecutivo aprobó en junio de 2000 un decreto que obligaba a acometer proyectos de restauración al tiempo que los de explotación, con la amenaza de cierre para las empresas que incumplan la normativa.

Pero esta regulación es insuficiente, según asegura la parlamentaria del PSE Idoia Mendia, quien ayer llevó el debate de las canteras al Parlamento. Los socialistas defendieron la elaboración de un plan sectorial, pendiente desde 1992, cuando el pleno de la Cámara recomendó su realización. El objetivo es acabar "con la situación oscurantista y la falta de transparencia que impera el sector", argumentó Mendial La parlamentaria censuró la falta de control del Gobierno, que otorga las licencias "y deja al final en manos de los ayuntamientos la apertura o cierre de las canteras".

Esta situación ha llevado, señaló, a una gran concentración de explotaciones en las comarcas vizcaínas del Duranguesado y Lea Artibai, y las guipuzcoanas del Alto y Bajo Deba. "Nos encontramos con canteras en plenos parques naturales, reservas de la biosfera o junto a ellos. Un PTS [Plan Territorial Sectorial] debe acabar con esa posibilidad en el futuro y establecer perímetros de seguridad", reclamó.

El PSE denunció en la Cámara varios casos de canteras que han permanecido paradas 20 años y que ahora han vuelto a la actividad gracias a decretos de alcaldía sin que el Gobierno tuviera constancia de ello.

El debate sirvió para transaccionar la propuesta del PSE y aprobar otra, con el apoyo del tripartito, los socialistas y el PP, en la que se insta al Gobierno a iniciar este año la elaboración del plan sectorial. Además, se reclama la dotación en los presupuestos de "una partida económica suficiente" para cubrir los costes de recuperación de las canteras abandonadas sin aval de restauración. En el caso de las situadas en el interior o junto a espacios naturales protegidos, se pide actuar "con contundencia en el cumplimiento de la legalidad vigente" hasta la entrada en vigor del plan sectorial.