Los alcaldes del entorno metropolitano de Barcelona piden que se cuente con ellos para el diseño de la futura región

La Generalitat es la que diseñará la futura región metropolitana de Barcelona, pero los municipios de la primera y segunda corona no quieren que se tome ninguna decisión "sin contar con nuestra opinión, "señaló ayer el presidente de la Diputación de Barcelona y alcalde de L'Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho.

La Diputación, la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana -que agrupa 31 municipios del entorno más inmediato de Barcelona- y el arco metropolitano o segunda corona -Mataró, Granollers, Sabadell, Terrassa, Martorell, Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú- firmaron un acuerdo para consensuar las propuestas que harán a la Generalitat en materia de división y organización territorial, infraestructuras, transporte público, protección de los espacios naturales o políticas de suelo y vivienda.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, puso especial énfasis en la necesidad de un "nuevo plan de trenes de cercanías tanto de pasajeros como de mercancías".

La región metropolitana, en la que viven 4,7 millones de personas, engloba las comarcas del Barcelonès, Baix Llobregat, Maresme, Vallès Occidental y Oriental, Alt Penedès y Garraf. Existen gobiernos locales y entes supramunicipales, como la Diputación, los Consejos Comarcales o la Mancomunidad de Municipios.

A falta de un ente que las coordine, "un gobierno metropolitano", como lo bautizó Corbacho, se crearán dos comisiones, formadas por cargos electos y técnicos, que coordinarán esfuerzos y consensuarán aquellos temas que afectan a toda la región.

El alcalde de Terrassa, Pere Navarro, también dio prioridad al transporte público y a los accesos al puerto y al aeropuerto.

Construir el cuarto cinturón o solucionar el déficit en "infraestructuras de suministro de agua y gestión de residuos" son otras asignaturas pendientes, en opinión de los alcaldes. Éstos también incidieron en la necesidad de que el nuevo plan territorial que tiene que diseñar la Generalitat establezca "un sistema de espacios libres, un instrumento para cambiar las tendencias indeseables -del crecimiento urbanístico- y evitar el colapso del conjunto del territorio".