Plan del Ayuntamiento contra el deterioro del parque Güell

El parque Güell anda de reformas. Y necesita algo más que un simple lavado de cara. Así lo cree al menos el Ayuntamiento de Barcelona, que impulsa un plan de mejora contra el deterioro en el emblemático espacio proyectado por Antoni Gaudí. Según la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol, el proyecto de rehabilitación -con un presupuesto de casi millón y medio de euros-, estará terminado en agosto y primará las actuaciones en la zona forestal.

Con más de 17 hectáreas de extensión, el parque dispone de un área forestal desconocida por la mayoría de turistas, pero muy frecuentada por los vecinos del distrito de Gràcia. Mayol explicó el principal problema que afecta a esta zona boscosa: la lluvia, que provoca el desgaste y la inundación de los caminos. El plan municipal se propone evitarlo mediante la instalación de cunetas para la recogida y conducción del agua.

"Los vecinos nos han comentado que les resulta muy difícil orientarse", añadió Mayol, quien admitió que la señalización es escasa y debe mejorarse. Los responsables municipales aprovecharán también para podar los árboles y limpiar el sotobosque, dos medidas básicas para evitar la propagación de un posible incendio, según comentó la técnico de Parques y Jardines, Patricia Falcone.

Desde noviembre, los operarios de esta empresa municipal han trabajado en tareas de jardinería. Pero ahora deberán enfrentarse a un acérrimo enemigo de la zona forestal: la procesionaria. Se trata de una plaga muy habitual en los bosques de pinos. Estos insectos, cuya población es "muy significativa" en el parque Güell, provocan la defoliación de los árboles y, aunque no los matan, los debilitan.

A la llamada zona monumental -la que contiene la obra de Gaudí- también se le aplicará la cirugía estética. El Ayuntamiento admite que existen "puntos deteriorados", y ve un responsable: el elevado número de visitantes que recibe el parque. "Entre 14.000 y 18.000 personas cada día", según Mayol. Dada la asiduidad de turistas, el pavimento de la plaza de la Naturaleza o del paseo de las Palmeras, dos de los lugares más frecuentados, está desgastado y debe sustituirse.

El consistorio ha detectado también zonas "poco seguras" para el paseo. Por eso, instalará barandillas en algunas escaleras y puntos del parque. Todo ello, "sin interferir en el diseño que ideó Gaudí", según Falcone. La técnico municipal aseguró que las actuaciones se han consensuado con las comisiones de patrimonio del parque Güell, recinto que en 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

La zona de juegos infantiles, en la entrada principal, tiene demasiada pendiente y se renovará por completo. Además, se añadirán seis zonas de pic-nic a las dos que ya existen y se instalará una fuente de agua potable. Ambos espacios deberán permanecer cerrados mientran duren las obras, que según el Ayuntamiento deberían estar acabadas en verano. Por seguridad y por estética, los postes de electricidad y los servicios de telefonía, que ahora discurren al descubierto y elevados, se harán pasar bajo tierra.

El Ayuntamiento admite que el cierre perimetral del parque -el que separa la zona monumental de la forestal- es débil: actualmente sólo están separadas por una valla de color verde, que ha sido objeto de actos vandálicos en reiteradas ocasiones. Se sustituirán por vallas de dos metros de altura, de color negro y con brazo inclinado. También se reforzarán, por motivos de seguridad, las puertas de la bajada de la Glòria, que pasarán a ser de hierro colado. Además, todos los bancos (104) y papeleras (103) se sustituirán por otros nuevos porque sufren una "gran degradación".