Merkel y Villepin reafirman el papel del eje franco-alemán como motor de la Unión

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro francés, Dominique de Villepin, mostraron ayer en Berlín la buena salud del eje franco-alemán en un momento de estancamiento de la situación política europea por el no francés y holandés a la Constitución europea. Merkel calificó el encuentro de "un hito más en la amistad franco-alemana" y ensalzó la cooperación entre los dos países por su "extraordinaria consistencia y extraordinaria importancia en todos los niveles". "Es urgente que expliquemos a los ciudadanos para qué necesitamos Europa", señaló la canciller alemana.

El primer ministro francés subrayó el "papel fundador" que Alemania y Francia desempeñan en la "aventura europea desde los tiempos del General De Gaulle y del canciller Adenauer" y constató la existencia de "una especie de espíritu de comunidad que existe entre nuestros países", un espíritu "que queremos compartir con todos". "Las relaciones entre nuestros países no sólo son amistosas sino que son fuertes, intensas", añadió Villepin para destacar el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre las perspectivas financieras -que ayer echó por tierra el Parlamento Europeo- y la posición común defendida en la cumbre de la OMC en Hong Kong.

Villepin subrayó la necesidad de clarificar las reglas de la ampliación y respetar la capacidad de absorción de la UE para que también con 25 miembros mantenga la capacidad de maniobra. El primer ministro sugirió la profundización de la cooperación entre los dos países en términos de vigilancia policial de sus fronteras, y en el plano científico para actuar conjuntamente en casos como el de la gripe aviar. "También en mi opinión es urgente que expliquemos a los ciudadanos para qué necesitamos Europa, qué problemas prácticos sólo podemos solucionar en Europa", declaró Merkel.

La jefa del Gobierno alemán emplazó a profundizar en éste y otros temas en el consejo de ministros franco-alemán, que se celebrará el 14 de marzo. Merkel se mostró partidaria de ir poco a poco en el tratamiento del conflicto con Irán tras la reanudación de su programa de enriquecimiento de uranio. "Tenemos que enviar señales claras a Irán para que perciba que la comunidad internacional no acepta que no cumpla con los compromisos esperados y las promesas hechas", recomendó. Merkel pidió "concentrarse en el próximo paso" en lugar de adelantarse a los siguientes en respuesta a la pregunta sobre posibles sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Villepin, por su parte, llamó a no descartar ninguna medida y señaló la importancia de que la comunidad esté unida y de que, en caso de una apertura de Irán, ésta se acompañe del esfuerzo diplomático correspondiente.

Merkel inició su actividad exterior con su visita el viernes pasado a Washington y el lunes a Moscú . La canciller manifestó en EE UU una nueva cordialidad que, sin embargo, admite críticas entre amigos, y rebajó en Moscú el tono de la amistad de la que su antecesor, Gerhard Schröder, hacía gala cada vez que se reunía con el presidente ruso, Vladímir Putin.

La mano izquierda con la que la nueva canciller inició sus relaciones internacionales ha sido bien recibida en Alemania, tanto por el restablecimiento de la amistad transatlántica como por su decisión de mostrar las carencias de la democracia rusa.