La farmacéutica de Olot dona 9.000 euros de su secuestro al Ayuntamiento

La farmacéutica olotense Maria Àngels Feliu entregó ayer al Ayuntamiento de Olot (Garrotxa), a través de su letrado, un cheque por importe de 9.200 euros que había recibido de la Audiencia de Girona como indemnización de uno de sus secuestradores, el ex policía local de la capital de la Garrotxa Antonio Guirado. El alcalde anunció que el dinero se destinará a la compra de camas eléctricas para un geriátrico.

La cantidad de 9.200 euros corresponde a los sueldos pagados a Guirado por el Ayuntamiento de Olot que habían sido embargados antes de la celebración del juicio que sentenció a sus secuestradores.

Maria Àngels Feliu recibió el dinero de la Audiencia de Girona la pasada semana, aunque la entrega al consistorio no se hizo efectiva hasta ayer por la mañana. Feliu, que ya renunció a cobrar el millón de euros en concepto de indemnización por sus 492 días de secuestro, no pudo evitar que la suma que el Ayuntamiento de Olot se vio obligado a pagar a Guirado antes de que se dictara la sentencia que le condenó a 22 años de cárcel acabara llegando a sus manos. El letrado de la farmacéutica reclamó que el dinero fuera entregado directamente al consistorio por parte de la Audiencia, pero el protocolo obligó a que antes pasara por las manos de la víctima. Feliu siempre ha rechazado cualquier indemnización por parte de sus secuestradores y en repetidas ocasiones expresó su firme decisión de no aceptar "ni un céntimo" de sus captores.

El letrado de Feliu, Carles Monguilod, destacó que su cliente ha llevado a cabo "un gesto de justicia moral hacia los ciudadanos de Olot", al tiempo que remarcaba que el Ayuntamiento se vio obligado a seguir pagando a Guirado su suelo de policía por "razones puramente técnicas". El propio consistorio intentó por vías legales dejar de pagar el sueldo al ex policía, aunque la justicia no lo permitió hasta que su condena fue firme y se hubieron agotado todos recursos presentados por el secuestrador. Monguilod explicó que Feliu se siente "especialmente feliz" por el hecho de que el dinero no quedará "diluido" en las arcas municipales sino que beneficiará a ancianos enfermos o imposibilitados.

El alcalde de Olot, Lluís Sacrest, explicó ayer que existía la voluntad de que el dinero que Feliu devolvía a su comunidad pudiera utilizarse para un objetivo concreto que toda la ciudadanía pudiera conocer. La compra de camas eléctricas para la residencia geriátrica del Hospital Sant Jaume d'Olot cumple con este objetivo.