"Corremos el riesgo de hacer escuelas de primera y de segunda"

"Mi centro educativo, al ser un centro específico que atiende alumnos con necesidades especiales, me lleva a creer que es necesaria la autonomía de centros. No seguimos el mismo currículo que el resto de las escuelas ordinarias (el nuestro está modificado) y hemos de atender a una población escolar que requiere de profesionales con un perfil determinado. La autonomía de centros nos permitiría elaborar proyectos colectivos, de escuela, donde todos nos sintamos implicados. Es importante el equipo, no sólo un equipo directivo eficaz, sino todo un equipo de profesionales comprometidos, con unos padres y madres que también lo estén y una comunidad local implicada.

La autonomía puede mejorar los recursos, tanto humanos como económicos y de infraestructura. Pero, atención con privatizar la educación, atención con convertirla en un mundo empresarial en el que cuentan sólo los resultados, la competencia y la rentabilidad. Por ese camino no iremos bien. Es cierto que las plantillas de profesores se han de consolidar y tienen que ser estables; pero, en ocasiones, nuevas incorporaciones con menos experiencia pero más ilusión y empuje dan un nuevo aire a las escuelas. Como docente creo que ciertamente existen entornos sociales diferentes y alumnos diferentes que necesitan respuestas diferentes. Lo que ocurre es que si no pensamos en objetivos finales y contenidos curriculares iguales, corremos el riesgo de hacer escuelas de primera y escuelas de segunda, así como tener alumnos de primera y de segunda, respectivamente".