"Yo podría hablar con cualquiera y grabarle"

José Antonio E. alardea de profesionalidad en su manuscrito. "Yo podría hablar con cualquier persona de las que cito y grabarles, Tamayo, Sáez, la concejal, todos los chicos que participan en cada uno de los casos, incluso Santos, Dionisio, Paco, etcétera". Pero cuando escribe esto se halla en prisión. Y eso le impide ejercer sus destrezas electrónicas para corroborar su testimonio. "El dar forma y sentido así con fiabilidad cien por cien es fácil, pero no desde aquí, sin medios, con esta inseguridad y bloqueo mental por la situación que estoy viviendo".

Hay un punto que añade autenticidad a su relato. En una suerte de testamento que la Guardia Civil le requisó en su vivienda, relataba de igual manera el temprano comienzo de la traición de Tamayo y Sáez. Si en su testamento hablaba de que le prealertaron del servicio para Tamayo y Sáez una semana antes de la votación del 10 de junio de 2003, cuya ausencia brindó la presidencia de la Asamblea a la popular Concepción Dancausa, en su manuscrito precisa que fue avisado por Santos -éste lo niega-, directivo de Securitas, el 27 de mayo [dos días después de las elecciones], y le dice que le llamará una persona.

El 29 le llama un supuesto familiar de Tamayo. "Me comenta que en los próximos días se producirían unos acontecimientos en Madrid, y que es el motivo por el cual necesita este servicio. Que la mayoría del tiempo este señor estaría en un despacho, por lo que el servicio no sería pesado ni complicado".

José Antonio E. replica que sería mejor contratar una empresa de seguridad. El supuesto familiar de Tamayo asegura que se ha informado y no le interesa esa cobertura. Pero añade un dato que rompe las posibles reticencias de José Antonio E. "Me dice que por el tema económico no me preocupe". Y, en efecto, cobró, según su testimonio, 1.200.000 pesetas (7.212 euros) de uno de sus habituales jefes en la UCM por dicha labor.