El transfuguismo y el ciudadano

Vuelve a estar en boca de todos los políticos el tema del transfuguismo al haber pasado un diputado de las Cortes Valencianas del PP a Coalición Valenciana, y los ciudadanos volvemos a asistir atónitos a un sinfín de acusaciones contra el tránsfuga y de reproches entre partidos sobre quién ha permitido o se ha aprovechado de más o menos casos de este tipo. Los ciudadanos les proporcionamos, señores políticos, dos soluciones que nos podrían satisfacer a muchos de nosotros: la primera serían listas abiertas. Los cargos electos en listas abiertas no se deben a obediencia de partido sino a la obediencia de sus electores, que al final somos los que pagamos sus sueldos. La segunda solución, si no les ha gustado la primera, lo cual comprendo ya que se les acaba el amiguismo y el compadreo, sería que redujesen en un 80% los miembros electos de todas las administraciones, y cada partido esgrimiera en cada votación el porcentaje de votos obtenido en las elecciones, siendo éste su peso en cada votación. De esta manera no habría posibilidad de perder votos por un tránsfuga, y si la obediencia de voto y partido es exigible, los ciudadanos no necesitamos pagar tantos sueldos de diputados, concejales y demás, para que al final sólo levanten la mano en una votación según las órdenes del jefe de filas. También les ofrezco una solución a las decenas, centenares o hasta miles de millones de euros al año que nos ahorraríamos: esa cantidad de dinero la pueden invertir en ayudas a las familias con hijos, intentando equiparar así las condiciones sociales con las de los países avanzados de Europa.