Democracia orgánica

El pasado lunes denunciamos la negativa de la Delegada Provincial de Medio Ambiente a recibirnos a los concejales de IU del Ayuntamiento de Ayamonte para tratar asuntos que consideramos de gran importancia para nuestro pueblo. Decíamos entonces que al negarse la Delegada a darnos cuentas de su gestión estaba demostrando su incompetencia para ocupar el puesto.

Como no es un caso único, cualquiera puede aportar más de un ejemplo de indiferencia de la Administración ante sus quejas y demandas. Nos atrevemos a decir que además de falta de preparación, talante y conocimiento de los comportamientos democráticos, estos políticos nos están diciendo, y no de forma velada, que no nos necesitan para nada... excepto el día de las votaciones.

La falta de apoyo y atención a la actividad de las asociaciones de vecinos, culturales, y otros canales de participación que comenzó con los últimos años del anterior gobierno socialista y que culminó el despiadado liberalismo aznarista, ya auguraban estos tiempos de sequía democrática, que se viven con especial virulencia en los niveles locales.

Pero decía antes que teníamos "dos nuevas consideraciones", y si la primera es inquietante, la segunda nos desarma porque es la base de nuestro funcionamiento: la indiferencia, la tolerancia con la que estamos acostumbrándonos a estas malas artes de nuestros políticos.

Al rearme moral de los administradores debe unírsele, necesariamente, un nuevo despertar de la conciencia ciudadana. Agotada ya nuestra paciencia, es momento de volver a exigir, reivindicar y participar activamente. De lo contrario empiezan por no oírnos y terminan tapándonos la boca.