Los socialistas creen "necesarias" las corrientes de opinión basadas en "ideas explícitas"

La ponencia sobre Organización y Estatutos que discutirán los socialistas vascos en su quinto congreso, que se celebrará en Bilbao el 29 y 30 de octubre, considera "lógicas y necesarias" las corrientes de opinión en el seno del partido siempre que se basen en "ideas explícitas" que las justifiquen y no cuando sirvan como simple instrumento de "acomodo, tras una careta de ideas," para quienes las promueven.

El documento aboga por que en el partido se "respete la pluralidad interna", pero subraya que se debe exigir de los militantes "respeto" y "el cumplimiento por todos" de las decisiones adoptadas por los órganos de dirección para "garantizar la unidad de mensaje y la cohesión" de la formación.La Vicepresidencia rechazó comentar esta primera reunión con las dos fuerzas mayoritarias de la oposición.

El portavoz socialista anunció también que su grupo hará del reforzamiento de la transparencia de las instituciones representativas y de la recuperación de la autonomía del Parlamento, "muy mediatizada en la anterior legislatura por el Gobierno", uno de sus grandes objetivos en este mandato. En esa línea general enclavó la reclamación de que el Gobierno cumpla la obligación de presentar a la Cámara las liquidaciones presupuestarias en forma de leyes, algo que no ha hecho desde 1997. Pastor tildó de "sarcasmo" que la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate, justificase el martes ese incumplimiento en la inexistencia de un plazo concreto para hacerlo.

"Parece lógico", dijo el representante socialista, "que esos proyectos se presenten al acabar cada ejercicio y no ocho años después". "No conozco ninguna administración pública, ni dentro ni fuera del País Vasco, que incumpla sistemáticamente ese mandato legal", añadió. Pastor atribuyó el comportamiento del Ejecutivo al deseo de mantener "el ocultismo con que ha tratado las cuentas públicas de este país".

El Grupo Socialista quiere una mayor efectividad en el control del gasto público y cree que para ello es preciso un instrumento inexistente por ahora y que ya ha reclamado otras veces, con el rechazo del Gobierno. Se trata de crear dentro de la Cámara una oficina de control presupuestario, "sin contaminar por el Gobierno", integrada por técnicos y expertos que estén al servicio de los grupos parlamentarios.

El PSE considera además que la tecnología actual permite mejorar el ofrecimiento de la información sobre la ejecución del presupuesto. "Eso sí permitiría que la oposición pueda controlar las cuentas, lo que hoy es casi imposible realizar".