Diecisiete muertos en un doble atentado al sur de Irak

Dos ataques con sendas bombas causaron ayer la muerte de al menos 17 personas en la ciudad de Basora, al sur de Irak. Entre los fallecidos se encuentran cuatro guardas privados de seguridad estadounidenses contratados por la embajada de su país en Bagdad y que viajaban en un convoy diplomático, según confirmaron fuentes militares norteamericanas en la capital iraquí.

Basora, de mayoría chií, se encuentra muy alejada del triangulo suní, donde opera la insurgencia, y está bajo control de las tropas británicas.

Tres de los contratistas murieron en el acto al explotar una bomba colocada en la carretera al paso de su vehículo. El cuarto falleció en el hospital.

Poco después, un coche explotó junto a una zona comercial al este de Basora, causando la muerte de 13 personas y heridas a otras 20. La bomba fue accionada por control remoto, según informó el teniente Sabah Mayahi, de la policía local. Muchas de las víctimas eran comerciantes que se encontraban junto a un restaurante popular llamado Said. La explosión provocó el incendio de cuatro vehículos. Este restaurante suele ser frecuentado por policías y agentes de seguridad, explicaron fuentes policiales a la televisión iraquí.