La UE considera crucial que todos los grupos aprueben el texto

Bruselas seguía ayer con inquietud la negativa de los suníes a dar su apoyo al borrador constitucional ultimado en Bagdad. La UE considera crucial para el futuro de Irak que la Constitución sea aceptada por todos los grupos étnicos y religiosos del país, y así lo subrayó ayer una portavoz de la Comisión: "La clave es que sea incluyente".

Una alta delegación de la Unión, en la que viajaban Javier Solana, como coordinador de la Política Exterior de los Veinticinco, y la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, realizó una visita relámpago por primera vez a Bagdad el pasado 9 de junio.

Al dar cuenta del resultado de la visita, los europeos subrayaron que habían conseguido convencer a sus interlocutores iraníes de la necesidad de ampliar el número de representantes suníes en la comisión que estaba redactando la ley básica. "Queremos un proceso lo más inclusivo posible para facilitar la reconciliación", señaló Ferrero-Waldner. La presencia de la troika comunitaria en Bagdad subrayaba "el pleno compromiso de la UE con un Irak seguro, estable, unificado y democrático", en palabras de Solana.

Todo el esfuerzo político, económico y diplomático de la UE está ahora en peligro si los suníes se sienten postergados en el proceso constitucional y votan no en el previsto referéndum de octubre. "Lo que esperamos de la Comisión Constitucional y de la Asamblea Nacional es una Constitución que sea incluyente, que sea una base para la estabilidad y la prosperidad de Irak", señaló ayer la portavoz Antonia Mochan.

La portavoz no entró en los detalles sobre el papel que la Ley Fundamental atribuye al islam o a la mujer en el nuevo orden iraquí, pero recordó que "hay obligaciones internacionales sobre el respeto a los derechos humanos, y esperamos que la Constitución las tenga en cuenta".