Una mezquita dio la alerta

Los líderes de una mezquita londinense advirtieron en 2003 a la policía de la peligrosidad que representaba Hamdi Issac, uno de los presuntos autores de los atentados fallidos del 21-J. "No podríamos haber sido más explícitos" acerca de la amenaza que suponía Hamdi, que se dedicaba a instigar "el odio religioso", declaró ayer Toaha Qureshi, de la mezquita de Stockwell, al sur de Londres, a la que Hamdi acudía. Hamdi se enfrenta a una petición de extradición británica tras su detención el pasado viernes en Italia.

Los líderes de la mezquita de Stockwell remitieron el 24 de julio de 2003 una carta a un alto mando policial en la que solicitaban ayuda para controlar a un grupo de jóvenes musulmanes que "acosaba" a la comunidad moderada. En la misiva, se señalaba a Hamdi, también conocido como Osman Hussain, como miembro destacado de la banda, que "incitaba el odio racial y religioso", repartiendo literatura extremista a la comunidad religiosa, según Qureshi.

El texto estaba escrito de tal forma que la policía "debería haberlo tomado en serio", opinó el líder musulmán. "Si hubiesen hecho algo al respecto, no sé cuántas vidas podríamos haber salvado", añadió.

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