"Los alumnos eligen estudiar ingenierías muchas veces sin criterio"

Luis Martín es profesor de Tecnología en secundaria y presidente de la Asociación de Profesores y Profesoras de Tecnología de Madrid. La Plataforma Estatal del Profesorado de Tecnología, a la que también pertenece, no ha dejado de movilizarse desde que el Ministerio de Educación dio a conocer su proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE). Esta plataforma ha elaborado un manifiesto donde se critica la "drástica reducción" de esta materia en la LOE al tiempo que denuncia que desaparezca la modalidad de Tecnología en bachillerato al unificarse con la de Ciencia.

Pregunta. ¿Qué consecuencias pueden acarrear estos cambios en el currículo académico?

Respuesta. Si los alumnos no reciben una formación específica en Tecnología, no dispondrán ni de orientación adecuada, ni de estímulo, ni de preparación de base para futuros estudios de ingeniería, arquitectura o ciclos formativos tecnológicos de grado superior en Formación Profesional. Además, al unificarse esta modalidad con la de Ciencia, existe el riesgo de que no se establezcan opciones claras de formación tecnológica con materias específicas de tecnología.

P. ¿Qué se enseña actualmente en Tecnología?

R. Se intenta aproximar al alumno al entorno artificial, tecnológico. Es decir, a todos aquellos procesos técnicos, productos y sistemas tecnológicos, como la energía, las tecnologías de la información, la comunicación y la automatización. Además, se desarrollan capacidades básicas que tienen que ver con la resolución de problemas técnicos mediante proyectos que los alumnos realizan. Todo esto contribuye a desarrollar capacidades como la creatividad, la autonomía, el espíritu emprendedor o el trabajo en equipo.

P. ¿El fracaso en las carreras técnicas tiene que ver con no haber recibido estudios tecnológicos en el instituto?

R. El problema es que los alumnos eligen estudiar ingenierías sin haber tenido experiencias consistentes en el colegio en torno a este tipo de estudios. Los estudiantes eligen muchas veces sin criterio. Aunque también es cierto que tradicionalmente no se han brindado opciones ni ofrecido materias tecnológicas que permita a los alumnos apostar por este tipo de estudios.

P. La plataforma a la que pertenece ha denunciado la "contradicción" de que se quiera formar a los jóvenes en la cultura tecnológica y al tiempo se reduzca su presencia en el programa académico.

R. Sí, es incoherente con las necesidades sociales de nuestro país. Siempre que hay una reforma educativa saltan a la palestra distintos colectivos que exigen una mayor presencia de las materias de humanidades, cuando realmente ocupan dos tercios del currículo escolar y están presentes como materias comunes en todos los cursos de la secundaria y el bachillerato. Las materias científico-técnicas sólo suponen un tercio del currículo.

P. En uno de los aspectos en los que el ministerio sí que ha accedido a modificar su propuesta es en denominar la asignatura simplemente Tecnología en vez de Procesos Tecnológicos e Informáticos, una de sus peticiones.

R. Sí, no tenía sentido. Los procesos informáticos son procesos tecnológicos. Es como hablar de procesos químicos y oxidación; la oxidación es un proceso químico. El cambio de denominación estaba planteado para que existiese la posibilidad de desglosar el área en procesos tecnológicos y procesos informáticos.