Nunca estuvieron más unidos

No ha habido recelos ni resquemores entre la organización socialista gallega y el aparato electoral federal que dirige el secretario de Organización, José Blanco. Éste, diputado por Lugo, ha llevado, junto a otro miembro de la ejecutiva federal, adscrito a su secretaría, Óscar López, las riendas de esta campaña con el agrado del partido en Galicia y del candidato, Emilio Pérez Touriño. Nunca como en esta campaña la dirección federal se había volcado tanto en unas elecciones autonómicas. El ejemplo muy cercano se sitúa hace apenas un par de meses en el País Vasco en el que los socialistas de esa comunidad hicieron su propia campaña sin recabar apoyo estratégico de la dirección federal. Eso sí, reclamaron y obtuvieron la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero.

Durante la campaña gallega no sólo Zapatero ha sido reclamado sino todos los miembros de la ejecutiva federal, además de algunos ministros y de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que han estado en localidades gallegas apostando por el cambio y en favor de su compañero Pérez Touriño.

Pero si alguien vivía anoche con emoción el escrutinio fue José Blanco, que ha puesto en esta campaña todos los esfuerzos y toda la dedicación de la que ha sido capaz, convencido de que esta vez sí era posible que el Gobierno de la Xunta de Galicia cambiara de color político. En las últimas horas, Blanco mantuvo una gran cautela, casi conteniendo la respiración, por temor a equivocarse ya que aunque el coordinador de todas las campañas del PSOE desde hace más de cinco años se ha volcado en cada una de ellas, en ésta se le ha notado mucho su lugar de nacimiento, Palas de Rei, Lugo.