Rosa Montero y Jorge Herralde reciben en Italia el Premio Grinzane Cavour

La escritora Rosa Montero y el editor Jorge Herralde recibieron anoche el Premio Grinzane Cavour, uno de los reconocimientos literarios más prestigiosos de Italia. Montero fue galardonada por su obra La loca de la casa. Herralde, por sus 35 años al frente de la editorial Anagrama. También obtuvieron premios el alemán Thomas Hettche, la vietnamita Duong Thu Huong, los indios Anita Desai (galardón a una vida por la literatura), Rupa Bajwa y Siddarth Dhanvant (jóvenes autores) y los italianos Eraldo Affinati, Maria Pace Ottieri y Alessandro Perissinotto.

Los galardones Grinzane Cavour fueron creados en 1982 bajo el patrocinio de una fundación privada y del Gobierno de la región de Piamonte, con el objetivo de atraer a los jóvenes hacia la lectura, y son concedidos por un jurado de estructura peculiar: por un lado, autores reconocidos como Tahar del Jelloun, Bjorn Larsson y Luis Sepúlveda, que preseleccionan una lista de candidatos; por otro, cientos de jóvenes de 21 institutos de enseñanza media, 12 en Italia y 11 en el extranjero, que deciden con sus votos quién obtiene el premio. La ceremonia de entrega se realiza en el castillo de Grinzane, una fortaleza del siglo XII en la que residió en el XIX Camillo Benso, conde de Cavour, arquitecto de la unificación italiana.

Rosa Montero, que trabajó durante años en la Redacción de EL PAÍS y sigue publicando en sus páginas, comentó que no añora el periodismo como actividad cotidiana. "Ya no es donde late mi corazón", dijo. Montero agradeció el premio como "un reconocimiento y un estímulo que van muy bien". "Los escritores pasan mucho tiempo encerrados, inventando mentiras, y acaban dudando de todo lo que hacen, se hacen frágiles y narcisistas y necesitan los elogios", explicó.

La escritora, que acaba de concluir una ambiciosa novela de género fantástico ambientada en la Provenza medieval, tiene traducida la mayor parte de su obra al italiano. La loca de la casa, publicada en Italia el año pasado, es un trabajo parcialmente autobiográfico en el que Montero reflexiona sobre el oficio de la literatura apoyándose en la memoria de sus antiguos novios y sus libros ya escritos.

En ediciones anteriores, el Grinzane Cavour a la narrativa extranjera ha recaído en escritores de la talla de Nadine Gordimer, Wole Soyinka, José Saramago, Vidiadhar Naipaul y Günter Grass.

Jorge Herralde se declaró muy honrado por recibir un premio a la actividad editorial que en otros años recayó en Hans Magnus Enzensberger, Antoine Gallimard y Odile Jacob. "El editor ha de ser muy consciente de su responsabilidad", explicó, "porque sabe que el autor pone su vida en lo que hace y, por otra parte, sabe que el lector confía en el criterio editorial y pierde la confianza si ese criterio resulta incongruente. Como decía un personaje de Paul Auster, la función primordial del editor consiste en decir que no".

Herralde comentó que el haber publicado de forma reciente a Roberto Bolaño, "que no sé dónde habría llegado si no hubiera muerto a los 50 años después de crear obras como Los detectives salvajes y 2066", o París no se acaba nunca, de Enrique Vila-Matas, basta para justificar toda su vida profesional.