La aviación de EE UU ataca las bases de la insurgencia iraquí

Las fuerzas aéreas de Estados Unidos lanzaron ayer nueve bombas de 220 kilos contra varios refugios y escondites de armas de la insurgencia iraquí en los alrededores de la ciudad de Al Qaim, unos 20 kilómetros al este de la frontera con Siria, según informó un comunicado militar. Un millar de soldados estadounidenses e iraquíes se desplegaron en la zona en el marco de la Operación Lanza.

Los aviones de combate F-16 lanzaron sus dos primeras bombas a primeras horas de la madrugada de ayer contra refugios de los insurgentes. Las otras siete bombas tenían como objetivo la destrucción de varios arsenales que la insurgencia iraquí tiene en la zona. Las fuerzas aéreas actuaron en apoyo de la Operación Lanza, la tercera ofensiva más importante que los militares de EE UU lanzan en el oeste de Irak en las últimas seis semanas. Un primer ataque en la zona, el pasado 11 de junio, costó la vida a unos 40 insurgentes.

"Un coladero"

"La Operación Lanza tiene como objetivo acabar con los insurgentes, los combatientes extranjeros y destruir sus infraestructuras", explicó en un comunicado el capitán Jeffrey Pool. Al Qaim se encuentra en la provincia occidental de Al Anbar, uno de los feudos de la insurgencia iraquí y donde supuestamente cuenta con más apoyo de la población. Además, EE UU considera que la frontera entre Irak y Siria, de más de 600 kilómetros, es un auténtico "coladero" por donde se infiltran los combatientes árabes. Las autoridades de Siria siempre negaron las acusaciones de complicidad o negligencia.

Por otra parte, Mudhafar al Aní, dirigente de la Asociación de los Ulemas en Al Qaim y una de las más influyentes voces de la minoría suní, llamó a la huelga general después de la oración del viernes. Al Aní invitó a todos los comerciantes a no abrir sus tiendas y a todos los ciudadanos a encerrarse en su casa para protestar contra los ataques del Ejército de EE UU.

La Operación Lanza coincidió con violentos enfrentamientos entre las fuerzas de EE UU y la insurgencia en Ramadí, también en la provincia de Al Anbar.

Por otra parte, al menos tres personas murieron ayer y varias resultaron heridas en la explosión de un coche bomba frente a una mezquita chií en Al Kamaylía, al sureste de Bagdad. Fuentes del ministerio iraquí del Interior precisaron que el vehículo, cargado con explosivos, estalló justo después de que terminara la oración del viernes.